A MANERA DE PROPUESTA
Y en eso lo dejo, en propuesta,
pues se queda en eso…
1.
Octubre nos enseñó
Octubre
de 1917 se presentó a la humanidad como el suceso que sacudió la “estabilidad”
e “imbatibilidad” del capital, los obreros, campesinos, soldados en Rusia
encabezados por los bolcheviques de Lenin, Stalin tomaron el cielo por asalto,
la construcción de la patria de los parias de la Tierra.
La
Revolución de Octubre enseñó a los explotados y oprimidos del mundo entero,
enseñó a los comunistas a dejar de aplicar el marxismo como si fuesen sagradas
escrituras, dejar de lado el sentimentalismo pequeñoburgués, hacia donde
conducen las vacilaciones en momentos álgidos de la lucha de clases. Stalin
(1953) menciona al respecto:
a)
para tomar el poder no es necesario ser mayoría,
b) primero se toma el poder para poder
elevar el nivel cultural de las masas
Antes
de que se diera la Revolución de Octubre el proletariado ruso desde 1905, después
con la Revolución de febrero de 1917 germinaba ya un nuevo tipo de Estado, ya
no un Estado burgués, sino una maquinaria como la que se dio en la Comuna de
París, este nuevo tipo de Estado, se dio en los Soviets de obreros, campesino
pobres y soldados. Con ello, se da una clara diferencia entre los comunistas y
anarquistas, que es, la necesidad del Estado en la etapa transitoria al
comunismo, materializada en la dictadura del proletariado.
La
Revolución de Octubre enseñó al proletariado del mundo entero y a las capas
oprimidas por el capital:
Toda revolución
significa un brusco viraje en la vida de las grandes masas populares. Si este
viraje no ha madurado, es imposible una verdadera revolución. Y de la misma
manera que todo viraje en la vida de un individuo le enseña y le hace conocer y
sentir muchas cosas, la revolución brinda al pueblo entero, en poco tiempo, las
más profundas y preciosas enseñanzas.
Durante la
revolución, millones y millones de hombres aprenden en una semana más que en un
año de vida rutinaria y monótona. Pues en estos virajes bruscos de la vida de
todo pueblo se ve con especial claridad qué fines persiguen las diferentes
clases sociales, de qué fuerzas disponen y con qué medios actúan (Lenin. 1977:
133).
2.
Acerca de la experiencia del
socialismo real en la URSS
Caracterizamos los acontecimientos de 1989-1991 como
una victoria de la contrarrevolución, como un derrocamiento de la construcción
socialista, como una regresión social. Así pues, se contrapone al concepto “colapso”
lanzado y propagado desde la ONU con Francis Fukuyama, pasando por los textos
de Historia Universal en nivel Medio Superior, término aplaudido y coludido por
el trotskismo.
Se rechaza de manera tajante el concepto de
“colapso” porque subestima la amplitud de la actividad contrarrevolucionaria,
la base social sobre la que ésta se puede desarrollar y ser predominante debido
a las debilidades y desviaciones del factor subjetivo durante la construcción
socialista.
El oportunismo internacional se propagó, reagrupándose
después del triunfo de la contrarrevolución en la URSS y en los países de
Europa del Este. En Europa el oportunismo se vino a estatuirse en el “Partido
de la Izquierda Europea”, que ha incrementado el tono de la retórica del
“socialismo democrático”, en las condiciones de una simultánea manifestación de
la crisis económica capitalista.
La retórica del “socialismo democrático” se empezaba
articular con el llamado eurocomunismo[1], revisionismo
llevado a cabo por el Partido Comunista de España (PCE) y el Partido Comunista
de Italia (PCI). Partidos que abandonaron los principios del marxismo
leninismo, dejando las banderas rojas para ondear las banderas de la traición,
las banderas del cambio por medio de la vía
pacífica. Postulado lanzados en el XX Congreso del PCUS.
El objetivo explícito tanto de los defensores del
eurocomunismo como los revisionistas después del triunfo de la
contrarrevolución ha sido el de eliminar la contribución de la construcción
socialista. En algunos casos se niegan totalmente los 70 años de historia de la
URSS, en otros se ataca específicamente al período en que se establecieron las
bases socialistas. El período comprendido de 1929 a 1953. Período que tanto los
de derecha como los de supuesta izquierda de aires democráticos le denominan el
“stalinismo”.
Práctica Proletaria (PP) reivindica la defensa del
suceso más importante del Siglo XX, la Revolución de Octubre en la contribución
de la construcción socialista en la URSS, y de la construcción socialista en
general durante el siglo XX, de la lucha por el progreso social y por la
abolición de la explotación del hombre por el hombre.
En su XVIII Congreso el KKE expresa:
En 1975, la ley garantizaba en la
Unión Soviética que las horas de trabajo no
podían superar las 41 horas semanales, una de las jornadas más cortas del
mundo. Todos los trabajadores tenían días de descanso garantizado y vacaciones
anuales pagadas. Se amplió el tiempo libre y se modificó su contenido,
transformándose en un tiempo para el desarrollo del nivel cultural y educativo
de los trabajadores, para el incremento de su participación en el poder obrero
y en el control de la administración de las unidades productivas.
En relación a
la Seguridad Social:
La Seguridad
Social para los trabajadores era una prioridad absoluta del Estado
socialista. Se creó un amplio sistema de prestaciones por retiro con el
importante logro de bajas edades de jubilación (55 años para las mujeres, 60
para los hombres). La financiación del fondo estatal de pensiones estaba asegurada
por medio de ingresos fiscales del presupuesto estatal, y las contribuciones a
dicho fondo de empresas e instituciones. Condiciones similares se dieron en el
resto de Estados socialistas europeos.
Resulta imprescindible el estudio científico, el rumbo
de la lucha de clases durante la transición a la sociedad nueva, su fundación y
desarrollo, la expansión y profundización de las relaciones nuevas de
producción y distribución, de todas las relaciones sociales y la conformación
del hombre nuevo. Hablamos de las contradicciones, los errores y las
desviaciones que se produjeron bajo la presión de la correlación de fuerzas
internacional, sin recurrir al nihilismo.
Estudiar los acontecimientos económicos, históricos,
políticos e ideológicos de forma crítica y autocrítica por parte de los
comunistas es un deber histórico. Acontecimientos que llevaron a que el
socialismo cayera y la contrarrevolución alzara sus banderas del fin de las ideologías., como parte del
movimiento comunista internacional, más fuerte en la lucha por el derrocamiento
del capitalismo, por la construcción del socialismo. Estudiamos y juzgamos el
rumbo de la construcción socialista de manera autocrítica, es decir, con plena
conciencia de que nuestras debilidades, deficiencias teóricas y análisis
erróneos también fueron parte del problema.
A pesar de los problemas de los países socialistas,
el sistema socialista del siglo XX la URSS demostró su superioridad sobre el
capitalismo y demostró asimismo las grandes ventajas que suponía para la vida
de los pueblos y las condiciones laborales. En la Unión Soviética, según un
censo de 1970, más de tres cuartas partes de la población trabajadora de las
ciudades y el 50% de los obreros de las áreas rurales habían finalizado una
educación media o superior (Escuela de Economía. 1980: 150).
Los logros históricos en la Unión Soviética han
querido ser velados inútilmente. Las conquistas en salud, educación, vivienda
quieren ser enterrados en el baúl de la historia, para pasar a la tergiversación
de la historia por parte de la historiografía burguesa. El canon con el que se
mide la veracidad de la publicaciones cerca de la URSS es aceptada si es desde
la visión positivista, mecanicista y pragmática en contraposición a la visón
materialista de la historia.
La propaganda burguesa y oportunista, al hablar de
falta de libertad y regímenes antidemocráticos, proyecta los conceptos de
“democracia” y “libertad” burgueses, identificando democracia con
parlamentarismo burgués, y libertad con el individualismo burgués y la
propiedad privada capitalista. La esencia real de la libertad y la democracia
bajo el capitalismo es la coerción económica de la esclavitud asalariada y la
dictadura del capital, en la sociedad en general y en las empresas capitalistas
en particular. Nuestro enfoque materialista de la historia como comunistas en
relación al control y la participación obrera y popular no tiene ninguna
relación con las polémicas burguesas y oportunistas sobre la democracia y los
“derechos” en la URSS.
La revolución social no se restringe únicamente a la
conquista del poder y a la formación de la base económica para el desarrollo
socialista, sino que se extiende a lo largo de toda la construcción socialista
e incluye el desarrollo del socialismo como parte propia del desarrollo de la
sociedad socialista-comunista. El Partido Comunista como fuerza dirigente.
3. La
necesidad del Partido Comunista
La
desacreditación al Partido como conciencia organizada del proletariado no es
nueva, se remonta desde la misma época de Marx y Engels; aunque es durante la
mitad del siglo XX cuando más empieza a cobrar fuerza la idea de la
intrascendencia del Partido para realizar la Revolución Socialista. Eugene
Gogol menciona al respecto de la desacreditación del Partido Comunista:
La
problemática de una organización revolucionaria también aparece de modo
desordenado. Mientras que el partido
dirigente de vanguardia está hoy en descrédito[2], la alternativa
que a menudo se valora, la espontaneidad en sí y por sí misma, limita la
discusión al tema de la forma de organización. Tan importante como son el
rechazo al elitismo del partido de vanguardia[3].
Las
aseveraciones de Gogol solo reiteran la vocinglería de los intelectuales
llamados a sí mismos “progresistas”. Decir que de la espontaneidad en sí y por
sí basta para no necesitar la conciencia organizada, es creer en la “salvedad
para México” que podría llevar a cabo el denominado movimiento “yo soy 132”[4].
Habría que preguntarle a Gogol cómo resolvió la espontaneidad “para sí”.
La
tergiversación de la historia es un instrumento de las clases explotadoras, a
su vez éstas cuentan con intelectuales a su servicio. Los intelectuales amantes
del capitalismo no son los únicos que se congratulan en tergiversar los hechos,
no, también están los abundantes críticos. Por ejemplo Dolores Vilá cita a
Lenin:
El
tránsito a la organización revolucionaria es una necesidad, lo exige el cambio
de la situación histórica, lo reclama la época de las acciones revolucionarias
del proletariado; pero este tránsito sólo es posible si salta por encima de los
antiguos líderes, estranguladores de la energía revolucionaria, si se salta por
encima del viejo partido, destruyéndolo (deja de citar a Lenin).
Dolores Vilá del
extracto de Lenin comenta lo siguiente:
El
término vanguardia, por ejemplo, y su contenido clasista político e ideológico,
comúnmente se confundió o identificó absolutamente con el partido u
organización revolucionaria específica, convirtiéndose este en un problema de
principio a lo que se suma la vulgarización de la materialidad del propio
concepto, el cual se identificó, además, con un funcionamiento verticalista,
voluntarista y repetitivo, con lo cual se desvirtuó la naturaleza de su
funcionamiento[5].
Vemos
pues como Vilá saca de contexto las palabras de Lenin para tergiversar las
palabras de Lenin. La cita a la que se refiere es un momento concreto en el que
atravesaba el pueblo ruso junto con su Partido de vanguardia, pero era
precisamente el destruir el viejo partido, para pasar a formar un Partido del
proletariado, un Partido en que juntara
las aspiraciones del proletariado ruso junto con las capas oprimidas por el
capital y el zarismo, es decir pasar del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso al
Partido Comunista. Vilá Blanco sigue con su intento de descontextualizar los
escritos de Lenin:
Blanco
cita unas líneas del texto de Lenin “La nueva política económica y las tareas
de los comités de instrucción política” esas declaraciones, proclamas, esos
manifiestos y decretos fueron necesarios en su día. De eso ha habido bastante.
Antes todo eso era necesario para mostrar al pueblo qué queríamos construir y
cómo qué cosas nuevas e inauditas queríamos hacer. Pero, ¿acaso se pude seguir
mostrando al pueblo qué se quiere construir? ¡No se pude! En ese caso, el
obrero más sencillo se burlará de nosotros y dirá. “¿Qué me vienes mostrando
sin cesar cómo quieres construir? Muestras con hechos cómo sabes construir. Y
si no sabes, ¡vete a la porra!, que yo llevo otro camino”[6]. Y
tendrá razón.
Ya
habíamos visto como Blanco saca de su contexto histórico las citas que retoma
de Lenin para decirnos que el Partido y el proletariado ya no son necesarios
para un cambio social. Sacar citas de un libro para descontextualizar a las
mismas, es una tarea sencilla, no lo es cuando se sacan las citas para refutar
o argumentar una tesis de quien se trate sea de Lenin o de Hegel. La cita que
retoma Blanco es cuando ya se ha dado la Revolución de Octubre, entonces sí,
cada una de las proclamas, consignas de los bolcheviques ya no aplicaban a ese
momento histórico, sino esas proclamas se llevaran a la práctica, pues como
marxistas-leninistas no nos diferenciamos por nuestra habla, por los numerosos
trabajos de investigación. Nos diferenciamos del resto de las corrientes que
quieren un mundo mejor, en el plano en la práctica, por estar del lado del
proletariado, junto las masas trabajadoras en la lucha a muerte contra el
capital.
El
proletariado junto a las masas trabajadoras en la conformación práctica del
Partido no es sólo una suma de organizaciones, el Partido es al mismo tiempo:
El
sistema único de estas organizaciones, su fusión formal en un todo único, con
organismos superiores e inferiores de dirección, con la subordinación de la
minoría a la mayoría, con resoluciones prácticas, obligatorias para todos los
miembros del Partido. Sin estas condiciones, el Partido no podría formar un
todo único y organizado, capaz de ejercer la dirección sistemática y organizada
de la lucha obrera (Stalin. 1977: 105).
Así
que Lenin de ninguna manera habló de la innecesaria existencia del Partido de
la clase obrera, para de nuevo salir a
pintar las calles con las mismas proclamas, no, Lenin hacía referencia a las
tareas que ahora tenemos son culturales, son las de dirigir la experiencia
política que puede y deba ser llevada a la práctica. O se malogran todas las
conquistas políticas del poder Soviético o se colocan los cimientos económicos
para ellas. Esos cimientos ahora no existen. Y es a colocarlos precisamente a
lo que debemos aplicar con nuestros esfuerzos […] la tarea de elevar el nivel
cultural [...] incumbe a la instrucción política[7]. Entonces,
¿Vilá Blanco, quién se encargó de dicha instrucción, sino los miembros del
Partido Comunista (Bolchevique) de la URSS?
Ante
la situación en la que se encuentra, la necesidad material de los trabajadores,
la misma historia reclama la necesidad de un Partido, un partido capaz de
organizar y dirigir la lucha por el socialismo. Una estructura que responda al
centralismo democrático. Una estructura que sea capaz de dotar a la lucha de
clases la estrategia para poder dotar al movimiento obrero y popular que parta
de un análisis científico de la realidad. Una estructura clasista que no pacte
con la burguesía. Se requiere de un Partido Comunista y no, de nombre
únicamente.
4.
México en la cadena imperialista
El
modo de producción capitalista está azotando en una crisis económica, tal
crisis no es ajena a México. La contradicción entre oprimidos y opresores, la
contradicción entre la clase explotada con la explotadora mantiene su elemento,
la contradicción entre capital-trabajo. Tal premisa no tiene que perderla el
comunista en su análisis sobre el desarrollo de las fuerzas productivas. Tal
punto indica que no hay términos medios en la lucha por la emancipación de las
masas trabajadoras, la lucha es por la Revolución Socialista, por la
construcción de la sociedad socialista-comunista.
Práctica
Proletaria parte de la tesis de que México tiene plenamente desarrollado el
capitalismo. México está insertado en plenitud en la pirámide imperialista, el
capitalismo monopolista en el Estado mexicano está dado, sin embargo también
sería un error suponer que México se desarrolla a la par que el monopolio de Inglaterra, los Estados Unidos, Alemania.
La clase obrera está consolidada, pero no por ello, el proletariado está consciente
de su misión histórica.
Como
Práctica Proletaria diferimos en el análisis que hacen organizaciones al
caracterizar a México como un país semifeudal, un país en donde el capitalismo
en su fase imperialista no está dado. Las organizaciones hacen juicios
estáticos, quedándose en seguir arrastrando al Estado mexicano tal cual estaba
a inicios del siglo XX. O en ciertos casos llegan a tomar en cuenta el llamado
periodo neoliberal. Sin embargo al no tomar en cuenta la dialéctica al
neoliberalismo lo ponen como una etapa superior al capitalismo y no como un
proceso dentro del propio capitalismo, es decir un slogan más para intentar
velar las contradicciones materiales propias del capital.
Desde
hace un par de décadas se ha vuelto costumbre referirse al sentido y magnitud
del flujo de mercancías y sobre todo de capital para caracterizar el grado de
desarrollo y los rasgos del capitalismo en un país dado. En este caso hablamos
de México, donde son bastantes los que caracterizan en mayor o menor medida la
economía del país como colonia o con rasgos de colonia.
Diego
Torres, Segundo Secretario del PCM pone dos premisas para intentar seguir
sosteniendo la tesis de la dependencia en México.
Para
llegar a esta conclusión parten de dos premisas. La primera, y más débil, de
ellas es que el país que compra es subyugado por el que vende o viceversa,
siempre dependiendo de la magnitud. Partiendo de esta premisa se aduce que el
capitalismo en México es dependiente pues la base productiva de muchas
mercancías que son consumidas en el país se encuentra en Estados Unidos. De
hecho más del 80% de las exportaciones totales de México tienen como destino a
los EUA, de la misma manera que desde los EUA México obtiene el 74.8% de sus
importaciones.
Para
explicar la cuestión de la dependencia o de la interdependencia, Torres
exoresa:
Para
los USA, México es su segundo destino de exportaciones y su tercera fuente de
importaciones, la falta de ese mercado le afectaría sobremanera. Para mantener
su economía andando los EUA depende en sus importaciones de petróleo en casi
1/5 parte de lo que le exporta México. Por ejemplo, se habla mucho de la
dependencia alimentaria de México con relación a los EUA y el caso dramático
del maíz. Aunque esto es realmente cierto no deja de ser irónico que el
principal productor de harina de maíz en el mercado de EUA sea Grupo GRUMA
(Maseca), capital monopolista que tiene su asiento en México. Así se puede
pasar revista a más ramas.
Lo
anterior es precisamente como el camarada evidencia los argumentos de aquellos
que sostienen la tesis de que México es una economía dependiente por hacer
pasar a México como un país únicamente comprador de mercancías.
La
segunda tesis que recupera Torres como argumento con más solidez para seguir
sosteniendo la teoría de la dependencia:
Esto es asociar
los flujos de inversión extranjera directa (IED), es decir de capital, con una
situación de dominación colonial. Es decir se insiste en que la inversión de
capital necesariamente, es decir en cualquier época y cualquier lugar, implica
el fenómeno de la repartición territorial. Por tanto el gigantesco flujo de IED
hacia México desde los EUA y la UE supone que México es una colonia extranjera.
Que la burguesía “nacional” traicionó su cometido, que unos apátridas
pro-yanquis entregaron los bienes de la nación, etc.
Aquí
hay un error de comprensión para quienes basan su estrategia como tácticas
revolucionarias en la teoría de la dependencia. Lenin explica como en la época
en que el mercado alcanza el punto de saturación en que surgen los monopolios
estos dirigen preferentemente sus inversiones a países de desarrollo atrasado y
esta dominación económica se vuelve política en el sistema colonialista
mundial. Hágase favor de poner atención: El capital se invierte en países que
tienen atraso no los vuelve atrasados. Los flujos de IED no implican
necesariamente subdesarrollo ni colonización, esa es una lectura unilateral
sobre la obra de Lenin.
La
IED como establecimos no significa subdesarrollo, significa de hecho desarrollo
capitalista. Inclusive en la época de colonialismo crudo, la inversión de
capital significaba el desarrollo de telégrafos, comunicaciones, vías férreas,
canales, presas, etc. Significaba efectivamente destruir las relaciones de
producción anteriores y sobre sus ruinas construir las capitalistas. El fin del
flujo de capital es la acumulación ampliada, ni más ni menos. No es el problema
el desarrollo sino el sentido que tiene este, los fenómenos con los que está
imbricado el desarrollo capitalista: hambruna, guerra, explotación, crisis,
destrucción del ambiente, etc.
El
pasado miércoles 7 de mayo del presente año, salió en La Jornada, México es una
fábrica de pobres, el minisalario es de $67.29 y la canasta elemental cuesta
184.96
El
minisalario diario es de $67.29 y la canasta elemental cuesta 184.96, según
estudio. En 27 años la capacidad adquisitiva cayó 77.79%, señala el documento
México: fábrica de pobres. Mientras hace 27 años se podía adquirir la CAR con
sólo cuatro horas y tres minutos de trabajo, actualmente se necesitaría laborar
una jornada de laboral.
No
es que México sea una fábrica de pobres, esto es una consecuencia de la raíz,
de lo que genera tales consecuencias sociales, el capitalismo en su fase
desarrollada, el imperialismo, seguirá agudizando las contradicciones
materiales existentes. La pauperización de las masas trabajadoras se sigue
empeorando, la crisis del capitalismo sigue recayendo en la espalda de los
trabajadores.
Medardo
Reyes en un ensayo titulado Repercusiones
de los dogmas neoliberales en las economías de América Latina y el Caribe
cita a Sánchez, del por qué la contención de los salarios bajos:
[…] el
modelo económico privilegia el desarrollo económico hacia afuera y tienen como
una de sus bases de crecimiento los salarios deprimidos; es decir, la
contención de los salarios impuestos por el gobierno y los empresarios está
siendo llevada hacia sus últimas consecuencias, con el fin de mantener la “competitividad”
del país, el bajo costo de la mano de obra mexicana es ofrecida por los
gobiernos neoliberales como una de las mayores ventajas comparativas de las
empresas transnacionales, tanto nacionales como extranjeras. México es uno de
los países que más drásticamente ha reducido sus salarios (Valqui Cachi, Garza,
G. y Espinosa, R. 2011: 33).
A
medida que las contradicciones se desarrollan, la competencia entre los
trabajadores se vuelve más violenta, el número de proletarios aumenta, los
parados sigue creciendo su número, por tanto una parte de la clase obrera se va
arrastrada a la mendicidad, a la hambruna.
El
obrero se convierte, pues, en siervo de
su objeto en dos sentidos:
Primero,
en cuanto a la adquisición de un objeto de trabajo, es decir, de trabajo, y,
segundo, en cuanto a la adquisición de los medios de sustento. Dicho en otros
términos, en cuanto a su posibilidad de existir como obrero, en primer lugar, y
en segundo, a existir como sujeto físico (Marx, K. 1968: 76).
Pese
a que desde los spots de Gobierno Federal en televisión donde Videgaray (Secretario
de Hacienda y Crédito Público de México) expresan que la economía mexicana “va
por buen camino”, la realidad histórica demuestra que las contradicciones se
siguen desarrollando. El desempleo, los parados, el trabajo temporal crece, sin
que crezca el poder adquisitivo de los trabajadores. Hoy (13 de mayo) sale un
artículo publicado en La Jornada titulado
Aumentó desempleo a 4.8% en primer trimestre de 2014: Inegi. En el cual
Antonio Zúñiga dice que la población empleada disminuyó en alrededor de 900 mil
personas en todo el país durante los primeros tres meses de 2014, mientras se
mantiene el predominio de la ocupación informal sobre la formal en la economía
mexicana, señalan las cifras en la materia dadas a conocer hoy por el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El
ejército de parados va engrosando las filas de la clase obrera, siguiendo a
Zúñiga, el artículo indicado expresa, el universo de personas que encontraron
empleo formal o informal durante los últimos 12 meses se amplió en 740 mil 847 individuos,
de entre quienes 57 por ciento se emplearon en el sector industrial, con 422
mil 883. Para aquellos posmodernos, seguidores de la Teoría Crítica, y demás
fauna de la academia que se autodenomina de izquierda y en sin fin de
artículos, libros, ensayos, dicen que el proletariado se quedó en la década de
los 80´s del siglo pasado. La historia pone las cosas en su lugar justo.
El
pasado 8 de mayo Fernández-Vega escribió en La Jornada datos recuperados de la
CEPAL es verdaderamente terrorífico: el salario mínimo que se paga en México
resulta ser el menor entre los menores en toda América Latina, medido tanto en
dólares constantes como en términos de paridad de poder adquisitivo. Teniendo
que, todavía en el año 2002 México podía presumir que en materia de salario
mínimo real ocupaba el escalón 20 de 22 posibles, sólo por arriba de Nicaragua
y Uruguay, pero los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón
hicieron la hombrada de terminar de hundir lo que quedaba de poder adquisitivo
y lograron colocar al país en la última posición regional. Ningún país
latinoamericano retrocedió. Por el contrario, todos avanzaron… a excepción de
México.
El
imperialismo con su grado de concentración y centralización, con su
descomposición del mercado, significa que más que nunca están sentadas las
bases para el socialismo.
Que
México se encuentre en ese sistema mundial en una posición inferior con
relación al capital de la Unión Europea o de los EUA, una posición intermedia,
y que por ello resienta como una de las economías más golpeadas por la crisis
no debe impulsarnos a adoptar una táctica de lucha de liberación nacional.
El
desarrollo desigual y sus consecuencias para México no son premisas para
replegarnos a la lucha de liberación nacional, son precisamente las condiciones
previas para la victoria del socialismo en un país, “la cadena imperialista se
rompe en su eslabón más débil”.
La
existencia del partido revolucionario no basta por llevarlo en las proclamas
marxistas-leninistas, tales proclamas están en construcción, seguir
desarrollando la práctica revolucionaria de los comunistas.
México, D.F., 2014
Camaradas Ninho y camarada Lucio
Referencias bibliográficas:
Gogol, E.
“Hegel, Marx, Lenin y la Revolución en el pensamiento y la pasión de Raya
Dunayevskaya” en Dialéctica. Puebla,
México, Nueva Época, 2011, p. 79.
Escuela de
Economía, Universidad Lomonosov, Moscú. “Economía Política”, Vol. 4, Gutenberg
Press, 1980.
Hoxha, E.
Eurocomunismo es anticomunismo. Tirana, 1979.
Lenin. V.I. “Las
enseñanzas de la revolución” Tomo VII en Obras
escogidas en XII Tomos. Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1977.
Stalin, I.
“Los fundamentos del leninismo” en Tomo
VI Obras completas en XVII Tomos. Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras,
1953.
Vilá, B. D.
“La dirección política revolucionaria en el proceso de construcción de
alternativas emancipadores: “consejos de un ausente” en Marx y el marxismo crítico en el siglo XXI. D.F, México, Colección
miradas del centauro, 2011, p. 192-193.
Fernández-Vega. (2014, 8 de mayo).
México SA. La Jornada. Recuperado de:
http://www.jornada.unam.mx/2014/05/08/opinion/028o1eco
Olivares, A. (2014, 7 de mayo). Más de
10 millones, sin poder para comprar alimentos básicos: UNAM. La Jornada. Recuperado de http://www.jornada.unam.mx/2014/05/07/sociedad/037n1soc
Zúñiga, A. (2014, 13 de mayo). Aumentó
desempleo a 4.8% en primer trimestre de 2014. La Jornada. Recuperado de: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/05/13/reporta-inegi-baja-minima-en-tasa-trimestral-de-desocupacion-8591.html
[1]
En el IX Congreso del Partido Comunista de España, realizado en abril de 1978,
los revisionistas carrillistas declaraban que su partido ya no era un partido
marxista-leninista, sino un partido “marxista, democrático y revolucionario”.
Considerar el leninismo como el marxismo de nuestro tiempo, declaró Carrillo,
es algo inaceptable.
Los dirigentes
revisionistas franceses propusieron a su XXIII Congreso, que se reunió en mayo
de 1979, que en los documentos del partido se evitase toda referencia al
marxismo-leninismo y en su lugar se ocupara la expresión
“socialismo-científico”.
También los revisionistas
italianos en su XV Congreso de abril de 1979 suprimieron de los estatutos el
requisito de que los miembros deben aplicar y asimilar el marxismo-leninismo y
aplicar sus enseñanzas. “La fórmula marxismo-leninismo no refleja todo el valor
de nuestro patrimonio teórico e ideológico” dijeron los togliattistas. Véase:
Hoxha, E. Eurocomunismo es anticomunismo. Tirana, 1979. (Introducción).
[2] Las cursivas son parte del quien
realiza el presente texto.
[3] Véase: Gogol, E. “Hegel, Marx,
Lenin y la Revolución en el pensamiento y la pasión de Raya Dunayevskaya” en Dialéctica. Puebla, México, Nueva
Época, 2011, p. 79.
[4] Un movimiento que surge en un
momento concreto durante el proceso electoral que se está llevando a cabo en
México para elegir quién será el nuevo sujeto utilizado por su burguesía para
oprimir y explotar al proletariado junto a las demás capas trabajadoras. De la
espontaneidad ha surgido el “yo soy 132”. Ya está en las calles, después a
dónde ir, qué hacer para acabar con este sistema de barbarie. No hay a donde
ir, no hay un horizonte definido. ¿Acaso
su horizonte son la “democratización de los medios de comunicación”? Si es así,
no es sorprenderse que cada uno de los partidos electoreros aplauden el
nacimiento de dicho movimiento espontaneo de jóvenes artos de que Televisa esté
al frente de los medios masivos de comunicación. Entonces estimados paladines
de la justicia sigan en un su ingenuo intento de encontrar al nuevo sujeto
trascendental. Más sorprendente resulta, que a un año del surgimiento del
movimiento “Yosoy132”, la burguesía mexicana representada por todos los
partidos electorales se hayan puesto de acuerdo para cumplir con la
“democratización de los medios de comunicación” que tanto pedía la “juventud
mexicana”.
[5] Véase: Vilá, B. D. “La dirección
política revolucionaria en el proceso de construcción de alternativas
emancipadores: “consejos de un ausente” en Marx
y el marxismo crítico en el siglo XXI. D.F, México, Colección miradas del
centauro, 2011, p. 192-193.
[6] Véase: Vilá, B. D. “La dirección
política revolucionaria en el proceso de construcción de alternativas
emancipadores: “consejos de un ausente” en Marx
y el marxismo crítico en el siglo XXI. D.F, México, Colección miradas del
centauro, 2011, p. 198-199.
[7] Véase: Lenin. “Los bolcheviques
deben de tomar el poder” (Carta al CC y a los Comités de Petrogrado y Moscú del
POSD (b) de Rusia) en Entre dos
revoluciones. Moscú. Progreso. 1981, p. 186.