MARXISMO LENINISMO

miércoles, 13 de agosto de 2014

NUESTRO COMANDANTE

NUESTRO COMANDANTE

Comandante Fidel revolucionario ejemplar,
hoy 13 de agosto se vierten dos posiciones
la burguesía, sus lacayos, intelectuales, periodistas, 
vociferan contra tu persona, contra tu vida,
tu vida dedicada a la causa socialista.
La burguesía y sus mercenarios
¿cuántas veces han intentado asesinarte?

Hay otra posición, la visión proletaria;
querido Comandante un año más
de consecuencia revolucionaria,
comandante querido la historia ya hace mucho
te ha absuelto en cada rebelión de los oprimidos
contra sus opresores,
la historia te ha absuelto.

Comandante Fidel eres ejemplo vivo
de lo que el Che diría como el hombre nuevo,
tu práctica desde la Universidad,
tu estadía en México en la orquesta
para combatir al gobierno de Batista,
tu dirigencia del Movimiento 26 de Julio,
tu dirigencia al frente en la construcción socialista,
tu dirigencia junto con los trabajadores cubanos
defendiendo el socialismo,
defendiendo la causa pese al bloqueo económico,
tu consecuencia revolucionaria sigue presente,
tu lucidez frente al genocidio sionista
contra el pueblo palestino.

Comandante Fidel eres la consigna del Che,
hay que ser duros sin perder la ternura.
Comandante Fidel, estandarte del socialismo,
seguiremos tu ejemplo ¡patria o muerte!    

Toluca, México 13 de agosto de 2014
Jonathan Stalin


martes, 12 de agosto de 2014

verdad relativa y verdad absoluta

LA VERDAD ABSOLUTA DEL IDEALISMO CONTRA LA VERDAD OBJETIVA MATERIALISTA
                                                                                                                  Jonathan Stalin
Introducción
En el presente ensayo se abordará de manera breve, pero no con ello sin un análisis objetivo acerca de la verdad y los criterios de verdad y su aplicación de éstos desde el idealismo y del materialismo-dialéctico. Criterios que servirán para sostener las condiciones existentes en su concepción de la verdad absoluta y por el otro lado para la transformación de las condiciones materiales existentes, para ellos se requiere necesariamente la relación entre la práctica y la teoría revolucionaria respectivamente.

El desarrollo de las ciencias naturales vino a derrumbar las concepciones metafísicas acerca de la aparición del universo como del propio hombre, sin embargo así como la burguesía necesitó de la ciencia para escalar a ser la clase dominante en la sociedad, delegando a segundo plano a la Iglesia, hoy como ayer vemos que la intelectualidad al servicio del capital a buscado alianzas con lo místico, intentando hacer pasar la inevitable relación de la ciencia y en última instancia con un ser “todo poderoso”.
Se verá para aquellos que intenten sostener “que el universo depende del pensamiento de los hombres, es idealismo perverso. Sostener que el universo depende del pensamiento en general es novísimo positivismo, realismo crítico; en una palabra, ¡charlatanería burgués de cabo a rabo!” (Lenin, 1975: 281).

Desarrollo
La polémica referente a la verdad se puede remontar a la idea de los antiguos pueblos dominados por la superstición, por la mistificación de los fenómenos naturales, pueblos que concebían la creación de la tierra, como la existencia de todos los seres vivos en la Tierra por un ente divino, concepciones que se pueden concretar (entre otras) en las ideas de Mach como de Avenarius. “La cosa no pudo existir antes que la tierra, los cuerpos son complejos de sensaciones, las cosas exteriores al hombre son sólo representaciones, composiciones fantásticas creadas por los hombres con ayuda de fragmentos que hayamos a nuestro alrededor” (Lenin, 1975: 85).  Pero con el desarrollo de las ciencias naturales al afirmar las ciencias naturales la existencia de la Tierra antes que el hombre choca inevitablemente con la concepción idealista, debido a que la concepción machista concibe a la verdad como una forma organizadora de la experiencia humana y con ello la Tierra no puede existir sin experiencia humana.
La concepción de la creación de la tierra por un ente divino se fue divulgando e imponiendo a lo largo de varios siglos, hasta el despertar de las ciencias naturales y su ruptura con la versión metafísica acerca de los problemas del sujeto y el accionar de éste con su contexto, ideas que se vieron florecidas con Copérnico y la teoría heliocéntrica, Galileo y su teoría de que el Sol es el centro del universo y por ende la Tierra gira alrededor del Sol[1], Isaac Newton y su ley de la gravitación universal. Por mencionar algunas ciencias que vinieron a dar sustento científico a la existencia de la verdad objetiva.
La realidad objetiva, dada al hombre en sus sensaciones es el origen de las sensaciones humanas partiendo de éstas. De acuerdo a ésta tesis, Lenin expresa que se puede ir por dos caminos principalmente, una es la línea del subjetivismo, línea que ha llevado inevitablemente al solipsismo[2] por ende no hay verdad objetiva, y por la línea objetivista, que ha llevado al materialismo, poniendo como premisa a las sensaciones son imágenes del mundo exterior y por lo tanto es necesario la verdad objetiva. Acerca de la verdad objetiva, Lenin comenta lo siguiente “nos acercamos a la verdad objetiva, pero nunca en su totalidad, con otras teorías sólo nos conducirían a la mentira o a la confusión” (Lenin, 1975: 175-176) la verdad objetiva se confirma en nuestra práctica, la única verdad se pone el punto de vista materialista, como el único camino conducente a esta verdad. No se llega a la totalidad del fenómeno o de la cosa, porque no hay leyes eternas, debido a que el conocimiento no es estático. Debido a “el modo de abordar los fenómenos de la naturaleza, su método de estudiar estos fenómenos y de concebirlos es dialéctico, y su interpretación  de los fenómenos de la naturaleza, su modo de enfocarlos, su teoría materialista” (Stalin, J. 1972: 89).

Marx y Engels mencionan al respecto:
 Ya la verdad en Hegel no era ya una colección de tesis dogmáticas fijas, que solo debían aprender de memoria, sino la verdad residía en el proceso mismo del conocer, en la larga historia de la ciencia por el descubrimiento de una llamada verdad absoluta. El conocimiento no debe alcanzar un punto definitivo. Un Estado definitivo solo puede existir en la imaginación, todas las fases históricas son necesarias, pero todas caducan y pierden su razón de ser, para ceder el paso a una más alta (Marx y Engels, 1955: 360).

Es ahí donde estriba el carácter revolucionario de la filosofía hegeliana, y a su vez una terrible contradicción al poner de manifiesto que es por medio del espíritu absoluto que se llegará a una verdad absoluta “la verdad absoluta imposible de alcanzar, sólo las verdades relativas” (Marx y Engels, 1955: 363).

·         Materialismo: lo único real es la naturaleza
·         Idealismo: el pensar y su producto discursivo, la idea son lo primario (hace del mundo una realización gradual de la idea absoluta)
Ya Feuerbach partía del hegelianismo que marcha al materialismo, pues en el idealismo recae en un residuo fantástico de la fe en un creador ultramundano. “La materia no es un producto del espíritu del espíritu, y el espíritu mismo no es más que el producto supremo de la materia” (Marx y Engels, 1955: 371) Así para Feuerbach el materialismo, es el cimiento sobre el cual descansa el edificio del ser y del saber del hombre.
Hegel pone el carácter dialéctico en el modo de abordar el conocimiento “todo lo real es racional, y todo lo racional es real. Todo lo necesario se acredita como racional. Al aplicarlo al Estado (de aquel entonces) la tesis hegeliana queda, éste Estado es racional, ajustado a la razón, en la medida en que es necesario, lo malo del gobierno, la justificación y explicación en lo malo de sus súbditos” (Marx y Engels, 1955: 359) La tesis a la cual llega Hegel viene en sentido de concebir al Estado como el grado máximo del espíritu humano, y éste último es el producto de la trascendencia del hombre. De ahí la razón de ver lo bueno de un Estado en la medida en la que se cumplan sus leyes, permitiendo las formas de sociedad civil[3].
Sin embargo, el Estado analizado desde el punto del materialismo histórico, Engels nos dice lo siguiente “el Estado no es un campo independiente, con un desarrollo propio que su existencia y su desarrollo se explican, en el última instancia, por las condiciones económicas de vida de las sociedades” (Marx y Engels, 1955: 393) es precisamente en el marxismo-leninismo donde se analiza en su justa dimensión al Estado, no ya es éste un producto de la divinidad o como en Hegel el desarrollo del espíritu humano. Vemos pues, que el Estado no es una invención de los hombres, sino producto del desarrollo de las sociedades históricamente determinadas. Así el Estado Engels lo refiere de manera genial del modo siguiente:
El Estado no es de ningún modo un poder exteriormente impuesto a la sociedad, tampoco es la realización de la idea moral, ni la imagen y la relación de la razón, como lo pretende Hegel. Es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado de desarrollo determinado, es la confesión de que esa necesidad se pone en una irremediable contradicción consigo misma, y está dividida por antagonismos irreconciliables, que es importante para conjurar. Pero a fin de que las clases antagonistas, de opuestos intereses económicos, no se consuman a sí mismas y a la sociedad con luchas estériles, hácese necesario un poder que domine ostensiblemente a la sociedad y se encargue de dirimir el conflicto o mantenerlo dentro de los límites del orden (Engels, F. 2000: 195)
Mediante éste rescate del postulado de Hobbes que hace Engels de su idea que se necesita del Estado para que los hombres no nos devoremos unos a otros ligado a la idea de Rousseau de su Contrato Social, es donde se concreta la ideología burguesa que precisamente se materializa en la constitución del Estado democrático burgués, con el triunfo de la Revolución Francesa de 1789. Por qué hablar del Estado y su relación con la clase dominante, si el texto va en la discusión del criterio de la verdad. La relación es simple, pero a su vez compleja. Cuando se abordaba la categoría de la verdad relativa, se veía que estás verdades quedarán obsoletas con el desarrollo de las sociedades y la práctica del sujeto.
Una vez escrito la relación del Estado con la clase dominante se comprenderá el desarrollo de las sociedades en ella el Estado burgués, éste último pasará a ser un Estado que al frente estará el proletariado para implantar su dictadura, pero ésta verdad quedará obsoleta cuando los antagonismos entre clases dejen de existir (con lo cual se daría la negación de la negación de la propia negación). Es decir cuando se empiece a hablar de libertad. Y para ello Engels dice lo siguiente “el hombre hablará de libertad, cuando el Estado ya no se requiera de su existir, cuando el Estado ya sea obsoleto” (Engels, F. 2000: 199), pues “el Estado y sus aparatos sólo tienen sentido desde el punto de vista de la lucha de clases, como aparato de lucha de clases que asegura la opresión de clase y garantiza la condición de explotación y de su reproducción” (Althusser, L. 1970: 82).
Una vez que se planteo la relación del Estado con la clase dominante, en este caso con la burguesía, se puede comprender las tesis de Althusser, que plantea que hay Aparatos Ideológicos de Estado y Aparatos de Estado[4], ambos sirviendo a los intereses de la burguesía, con ellos entender “el Estado crea rápidamente una ideología en los políticos profesionales, en los teóricos del derecho público y los juristas que cultivan el derecho privado” (Marx y Engels, 1955: 395).
Una de las vertientes de la verdad absoluta Hegel y sus adeptos, aún los propios positivistas, profesan la idea de que en el capitalismo la libertad y la igualdad son expresiones claras en el modo de producción capitalista, recuperada por Dühring y plantear a “la plena igualdad de las voluntades con la soberanía en general. Llevamos tanto una parte bestial como una parte humana” (Engels, F. 1977: 99). Con ello Dühring no ve que alguna de las dos voluntades quieran algo, dejará de existir la igualdad, pues los intereses de uno se contraponen con los intereses del otro. Hoy ya vemos que los ideales de la Revolución francesa de libertad, igualdad y fraternidad son los cimientos de la burguesía contraponiendo de principio a fin con los intereses de la clase trabajadora, se ha comprobado que el capitalismo hoy ya es obsoleto, por lo tanto esa verdad relativa del cambio en la superestructura de la sociedad, tiene que ser cambiada por una nueva revolución, pero ésta vez ya no burguesa, sino socialista para que el menester de igualdad no sólo sea aparente, sino que en realidad se materialice en cada una de las áreas de la sociedad.
Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época, la clase que ejerce el poder material dominante es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante” (Marx, C. 2000: 48) continua Marx toda relación dominante se explicaba como la relación religiosa  se convertía en culto el culto del derecho, culto del Estado. Resulta inútil el profesar las ideas revolucionarias, si éstas no van de la mano con la práctica, como bien Lenin define como oscurantistas a aquellos que separan la teoría pura es separada de la práctica, pues con ellos se puede caer en ser revolucionarios en el discurso y ser chovinistas en la práctica revolucionaria.
 “La existencia de ideas revolucionarias en una determinada época presupone ya la existencia de una clase revolucionaria” (Marx, 2000: 49) la clase revolucionaria aparece de ante mano, ya por el solo hecho de contraponerse a una clase, no como clase, sino como representante de toda la sociedad, como toda la masa de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante, prosigue Marx.
“La fuerza propulsora de la historia, incluso de la religión, la filosofía y de toda otra teoría, no es la crítica, sino la revolución” (Marx, C.2000: 36). Vemos pues, que la idea del amor en Feuerbach, “lo que sorteará las dificultades en la vida práctica, y esto en una sociedad dividida en clases, con intereses diametralmente opuestos. ¡Es el sueño de la revolución pacífica!” (Marx y Engels, 1955: 383) Con esto Feuerbach pone el último residuo revolucionario de su filosofía.

Conclusiones
Se ha visto las vulgaridades tanto del idealismo como del propio materialismo mecanicista, que no saben aplicar la relación dialéctica a la cuestión de la relación entre la verdad objetiva y la verdad relativa. Ser un materialista significa reconocer la verdad objetiva, que es descubierta por los órganos de los sentidos. Reconocer la verdad objetiva, es decir independiente del hombre y de la humanidad, así distinguiéndose del materialista-metafísico del materialista-dialéctico.
El conocimiento de la cosa o del fenómeno que se está investigando, sólo se llegará a conocer del todo y con ello a la verdad absoluta del fenómeno en cuestión, sólo por medio con el desarrollo de la ciencia, y no por medio de la idea absoluta como lo pretendía Hegel.
Hemos abordado la concepción hegeliana y su idea del grado máxima del desarrollo del espíritu humano expresada en el Estado democrático burgués, y con ellos la crítica demoledora de los fundadores del socialismo científico, y no sólo la crítica, sino la única opción para la emancipación del género humano y no de cierta clase de la sociedad, a través de la revolución socialista encabezada por el proletariado.
Vemos con ello que una verdad objetiva, es por lo tanto, mientras exista la opresión de una clase sobre otra no habrá igualdad ni libertad del género humano. Lo único seguro serán los antagonismo entre clases que se desembocará con un cambio de fondo, para que las condiciones materiales existentes en verdad se modifiquen desde se base económica.
La argumentación del idealismo de que no existe nada fuera del cerebro humano y con ello el mundo es un complejo de sensaciones, es una de las razones del por qué los idealistas son incapaces de analizar el desarrollo de las sociedades objetivamente, con lo cual no acepten la verdad objetiva, y en cambio formulen leyes eternas, verdades que se imponen con ayuda de los Aparatos de Estado, con la idea de que siempre habrá los que tienen y los que no tienen, desigualdades que se equilibrarán con su ideal de libertad y moral burguesa.
Podemos concluir del modo siguiente “así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales, y tan pronto como el rayo del pensamiento muerda a fondo este candoroso suelo popular, se llevará a cabo la emancipación de los hombres” (Marx, C.1958: 15).

Bibliografía
Engels, Federico, Anti- Dühring, México, Ediciones de Cultura Popular, 1977.
Carlos Marx y Federico Engels, Dialéctica de la naturaleza en Obras Escogidas en dos tomos, Tomo II, Moscú, Editorial Progreso, 1955.
Stalin, J. V. Cuestiones del leninismo en ¿Anarquismo o socialismo? Ed. Juan Grijalbo, 1972.
Marx, Carlos, La sagrada familia, Editorial Juan Grijalbo, 1958.
V.I Lenin, Materialismo y Empiriocriticismo, Pekín, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1975.
http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=627



[1] Galileo obligado a  arrodillarse ante el temido tribunal de la Inquisición, obligado a confesar públicamente un error que no era error: " Yo Galileo Galilei, abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro (del Universo) y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto los dichos errores". Algunos dicen que cuando el anciano se puso de pie murmuró para sus adentros: "E pur si muove" : Y sin embargo (la Tierra) se mueve (alrededor del Sol).
[2] En el solipsismo los cuerpos son combinaciones de sensaciones. Véase, V. I. Lenin, “Materialismo y empiriocriticismo” Pekín, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1975. Pp. 152.
[3] Marx define a la sociedad civil como el término que apareció en el siglo XVIII, cuando ya las relaciones de propiedad se habían desprendido de los marcos de la comunidad antigua y medieval. Véase Marx, Carlos “La ideología alemana” Ed. Quinto Sol, 2000, p. 48.
[4] Véase Althusser, L. “Ideología y y Aparatos Ideológicos de Estado” Ed. Quinto Sol, 1970.