MARXISMO LENINISMO

jueves, 26 de junio de 2014

Stalin y el PC (b) de la URSS de 1924 a 1929

CAPÍTULO II EL PARTIDO DE 1924 A 1929


2.1. De febrero a octubre de 1917

El gobierno provisional había dado cabida a mayor libertad para los Partidos, en relación a la tiranía zarista, concediendo libertades democráticas fundamentales. 
Trotskistas, fascistas, intelectuales de derecha,  para cada una de estas corrientes anti-comunistas e inclusive ciertos anarquistas, Stalin apareció en la escena revolucionaria hasta después de octubre de 1917 como revolucionario de talla de mitad o mucha importancia para la conquista del poder por parte de los bolcheviques. Antes de esa fecha, Stalin fue un bolchevique más. Ese bolchevique de poca monta ya en 1917 es elegido al Comité Central del Partido. Qué osadía de aquel georgiano llegar a tal lugar, siendo que nadie le conocía.

Habiendo asumido las prerrogativas de un Congreso, la Conferencia eligió nuevo Comité Central, compuesto de Lenin, Zinoviev, Kameniev, Milutin, Nogin, Sverdolv, Smilga, Stalin, Federov; y como suplentes Teodorovich Bubnov, Glevov-Avilov y Pravdin. De los 133 delegados, por alguna razón sólo 109 tomaron parte en la votación secreta con pleno voto; Lenin obtuvo 104 votos (¿será acaso Stalin uno de los delegados que no le dio el suyo?); Zinoviev, 101; Stalin, 97, y Kamenev, 95 (Trotsky, L. 1963: 255).

Stalin el “asiático” en abril de 1917 entraba por 1ª vez a las filas altas del Partido, Stalin fue elegido miembro del Comité Central. Trotsky haciendo gala de la burla intelectual que le caracterizó hace hincapié en la edad de Stalin cuando se eligió como miembro del C.C. Zinovev 23, Kamenev 24 y Stalin 38 años de edad. El premio como Trotsky veía a los puestos en el Partido  fue un aliciente más para menospreciar el trabajo revolucionario de Stalin. Entonces sí Stalin fue un revolucionario distinguido ¿Por qué no se le premio antes en algún puesto importante en la jerarquía del Partido? Tal cuestionamiento es baluarte del trotskismo, Stalin participaba en frentes que requerían no se comunicara más allá de lo que se debía conocerse así como a las personas que debían saber sus actividades. Esto es, la clandestinidad en la que vivió largo tiempo Stalin. He ahí porque no se le “premiaba” antes en la asignación de puestos altos.
Es cierto, Trotsky fue un intelectual, Trotsky era conocido allí y allá, Lenin sabía de su actividad militante, lo mismo estaba al pendiente de lo que escribía en febrero de 1917. En una carta de Lenin a Kolontai, Lenin se expresa del bloque que hacia Trotsky con los derechistas ¡Qué cerdo es este Trotsky! ¡frases izquierdistas y bloque con los derechistas contra los zimmerwaldianos de izquierda! ¡habría que desenmascararlo (usted), por lo menos en una breve carta a Sotsial-Demokrat! (PCUS. 1972: 111).
La burla de Trotsky hacia la capacidad intelectual de Stalin choca con las suposiciones que hace Trotsky cuando pregunta maliciosamente; Lenin obtuvo 104 votos (¿será acaso Stalin uno de los delegados que no le dio el suyo?). Tal cuestionamiento en sentido afirmativo no es más que interpretaciones desde el plano idealista, subjetividades que chocan con lo que en otros momentos Trotsky expresó sobre la fidelidad de Stalin a Lenin sin reflexión alguna, seguir Stalin a Lenin como si éste último fuese un especie de mesías para el primero. Entonces ¿cómo no pudo haber votado su seguidor fiel a Lenin para la elección del C.C? 

En el aún exilio de Lenin, Trotsky reconoce la tarea que recaía en los bolcheviques más influyentes:

Desde Finlandia, Lenin escribía artículos, cartas, minutas, resoluciones, sobre las cuestiones políticas fundamentales. Aunque el hecho de hallarse alejado le condujo muchas veces a errores de táctica, ello le permitía definir con tanta mayor seguridad la estrategia del Partido. La dirección cotidiana recaía sobre Sverdlov y Stalin y sobre los miembros más influyentes del Comité Central que permanecían en libertad (Ibíd., 1963).

El menchevique que tacha a Stalin de hacer papeles sin relevancia política como dirigente bolchevique ese mismo menchevique reconoce en quién recayó la dirigencia bolchevique en el exilio de Lenin, la dirección del Partido cayó en Stalin.
La revolución de febrero había creado las condiciones favorables para que los bolcheviques intensificaran y redoblaran esfuerzos en la lucha política como en la organización de las masas. La legalidad del bolchevismo.
Siguiendo con la política revolucionaria de los bolcheviques, exigían la inmediata salida de Rusia de la Guerra imperialista, el reparto de los bienes de la nobleza como el reparto de las tierras a los campesinos. El ascenso del bolchevismo seguía y seguía sin pasos hacia atrás. Ya para junio en el Congreso panruso del Soviet de Petrogrado, manifestaciones tumultuosas de obreros, campesinos pobres, soldados. Cada una de estas manifestaciones como efecto de la militancia revolucionaria de los cuadros bolcheviques tuvieron como consonancia, de nuevo la ilegalización del Partido Bolchevique y con esto, de nuevo la cacería de brujas contra los principales cuadros bolcheviques. Para este tiempo Lenin se encontraba reguardado en Finlandia. 


2.1.1. El camino a Petrogrado

El gobierno alemán propone repatriar a Lenin y a los bolcheviques para usarlos en la materialización de la paz con la Rusia zarista. Mientras que para los alemanes la paz la miraban para ganar la paz, Lenin veía en el proceso de paz quitar a Kerensky del Gobierno Provisional y poder seguir apuntalando la lucha revolucionaria a una de sus fases de peculiar importancia, la toma del poder.

Trotsky llegó un mes después que Lenin a Petrogrado. A su regreso escribe Deutscher:
Los mencheviques y los social-revolucionarios que estaban en mayoría, no sabían si el recién llegado era su amigo o su enemigo: el amigo de muchos años parecía haberse convertido en su enemigo […] los mencheviques y los social-revolucionarios se consultaron con cuchicheos cohibidos. Por fin convinieron en admitir a Trotsky como miembro adjunto, sin derecho a voto (Deutscher, I. 1966: 235).

El propio biógrafo de Trotsky el escritor y político británico, Isaac Deutscher escribe que Trotsky no sólo era reconocido por los mencheviques como por los social-revolucionarios como parte de ellos, sino además su amigo. La duda de estos grupos políticos en relación a la llegada de Trotsky a Petrogrado fue una característica del propio sujeto en cuestión, su agnosticismo político inerte a León Bronstein. Tal vaivén de posturas ideológicas y su hacer práctico, hizo que Lenin lo conceptualizara de esta manera ya desde 1914 cuando escribe Rompimiento de la unidad, no entiende el significado histórico de las discrepancias ideológicas entre los grupos y tendencias marxistas […] Trotsky, sin embargo, nunca ha tenido ninguna “fisonomía”, la única cosa que tiene es el hábito de cambiar de bandos, de saltar de los liberales a los marxistas para regresar de nuevo, de hilvanar exageradamente tópicos y frases rimbombantes.
Deutscher describe así la manera en cómo según él, Lenin ingresó a Trotsky y a sus feligreses al Partido Bolchevique:
Lenin era reconocido el jefe de un gran partido, que, aunque constituía una minoría en los Soviets, se había convertido ya en el núcleo aglutinador de toda la oposición proletaria del régimen de febrero. Trotsky y sus amigos eran una pléyade de brillantes generales sin ejército. Como individuo, Trotsky podía hacer oír su voz desde las tribunas de la revolución; pero sólo un partido de masas y bien disciplinado podía transformar ahora las palabras en hechos perdurables (Ibíd., 1966).

Tal suceso, el ingreso de Trotsky y su camarilla fue el 10 de mayo de 1917. Éstos ingresaban con derechos y contribuciones de poder, incluso en la redacción de Pravda. Curioso ha de resultar para el trotskismo que el mismo Trotsky aún ya estando en el Partido bolchevique, no se reconoció como bolchevique, escribe Deutscher “no puedo llamarme como bolchevique. Es indeseable aferrarse a las viejas etiquetas”.

La noche del 23 de julio Trotsky y Lunacharsky fueron arrestados y trasladados a prisión. Deutscher  (1966) pone al descubierto lo que el trotskismo niega, el rechazo de su líder todavía a finales de julio de llamarse bolchevique. En una de sus “Cartas Abiertas al Gobierno Provisional”, allí Trotsky reusó de haber regresado a Rusia en unión a Lenin así como de ser miembro del Comité Central bolchevique. Acusando al Ministerio Público de arbitrariedad y de haragana indolencia por las acusaciones hechas al menchevique.
Semanas después, estando ya libre Trotsky proponía la elección de un nuevo Presídium a base de la representación proporcional. Lenin le recriminó por qué los bolcheviques habrían de dar cabida a los social-revolucionarios y a los mencheviques cuando éstos negaron a los bolcheviques la participación. Tal cosa no sólo fue rechazada por los bolcheviques, sino también por los mencheviques, dejando a Trotsky una vez más como un conciliador. Cabe mencionar que ya para septiembre los bolcheviques tenían la inmensa mayoría de los votos en el Soviet.
El desarrollo de las fuerzas productivas conduce al levantamiento de las masas trabajadoras, la lucha del proletariado por el socialismo. Las relaciones burguesas de producción llegan a su caducidad, el desarrollo se ve impedido por los grilletes propios de las contradicciones del modo de producción capitalista. Contradicciones que han de ser barridas con la superación de lo viejo por lo nuevo. De ahí la visión marxista de Lenin de llevar al pleno del Partido a votar por la insurrección.
Lenin en El marxismo y la insurrección recupera precisamente la concepción de Marx de tomar a la insurrección como arte en contraposición a la visión de Bernstein. En la insurrección es necesario conquistar un primer triunfo y seguir luego avanzando de triunfo en triunfo, sin interrumpir la ofensiva contra el enemigo (Lenin. 1980: 459).
En el mismo texto Lenin enuncia las condiciones de las cuales la insurrección se debe de apoyar:

1.      La insurrección debe de apoyarse en la clase más avanzada;
2.      En el auge revolucionario del pueblo;
3.      La insurrección debe de apoyarse en aquel momento de viraje en la historia de la revolución ascensional […] en los momentos en que las vacilaciones en la filas de los enemigos.
La indecisión en las filas del resto de organizaciones revolucionarias y contrarrevolucionarias hacían que el análisis de Lenin fuese la correcta en la insurrección por los bolcheviques.
Las discrepancias entre Lenin con Trotsky siguieron, ahora el turno al cómo llevar a cabo la insurrección en momentos que las masas trabajadoras, la lucha de clases se encontraba en momentos de algidez revolucionaria. El propio Trotsky lo relata:
Deseaba (Trotsky), además, que la insurrección fuera realizada en nombre de la ciudad de Petrogrado a través de su aparato, todos cuyos resortes estaban ahora en manos de los bolcheviques y bajo la dirección del propio Trotsky. El levantamiento aparecería entonces ante el mundo no como la obra de un solo partido, sino como una empresa mucho más amplia (Trotsky, L. HISTORIA DE LA REV III).

Trotsky según él mismo seguía la ya constitucionalidad soviética, por ello el error de Lenin consistía en que tendía a reducir la amplitud popular de la insurrección. El biógrafo de Trotsky (1966) caracteriza la posición de Lenin como por sus meras creencias personales, la meta que el propio Lenin podría alcanzar. Mientras que a Trotsky lo veía como el gran líder por poner más atención a su contexto político, a los estados de ánimo de las masas y a la necesidad de ganarse a los elementos vacilantes, que podrían llamar del Soviet, pero no así al llamado del Partido.
Tales conjeturas para poner a Trotsky por encima de Lenin como dirigente de la insurrección bolchevique se deben principalmente a la audacia, lo excelente orador que era Trotsky, mientras que Lenin se encontraba resguardado para no ser encarcelado nuevamente. Cabe señalar que Deutscher no menciona que la seguridad de Ilich estuvo a cargo de Stalin.
Siendo la meta del Partido bolchevique, la revolución socialista:
Es la sustitución de la propiedad privada sobre los medios de producción por la propiedad social y toda supresión del hombre por el hombre. Esta revolución no se encuentra en ninguna forma de economía socialista ya preparada. El tipo socialista de economía, basado en la producción social de los medios, no puede surgir en las entrañas de la sociedad burguesa basada en la propiedad privada. El objetivo de la revolución proletaria consiste en la toma del poder por la clase obrera no es sino su comienzo de la revolución proletaria, en la que el Poder se utiliza como palanca para la restauración de la vieja economía y la organización de otra nueva (Ostrovitánov, K. 1956: 331).

La dirección del Partido se enfrentaba ante una situación vital no sólo para los bolcheviques, sino un hecho histórico que marcaría la pauta en las luchas de los trabajadores del mundo entero luchando por su emancipación. La línea leninista tenía que abrirse camino ante el intento de frenar la insurrección.
Para el 10 de octubre se elegía al Buró Político, éste fue compuesto por Lenin, Zinóviev, Kámenev, Trotsky, Stalin, Skólnikov y Bubnov encargado de ofrecer orientación constante al Partido en lo tocante a la insurrección. Ante la decisión del Buró de llevar a cabo la insurrección, Zinóviev y Kámenev apelaron la decisión a las instancias inferiores del Partido.
Recordemos que Trotsky se autoproclamo como el dirigente de la insurrección de Octubre sin embargo las actas del Partido dicen otra cosa. El 16 (29) de octubre de 1917se llevó una nueva reunión del C.C. para tratar sobre lo práctico de la insurrección, para ello se eligió un centro práctico para dirigir la organización de la insurrección. ¿Quiénes fueron los cinco bolcheviques que estuvieron a cargo de dicho centro? Sverdlov, Stalin, Dzerzhinski, Búbnov y Uritsky. La tarea del centro fue dirigir todos los organismos de preparación práctica de la insurrección, de acuerdo con las directivas del Comité Central.
El llamado dirigente principal, el artífice de la insurrección por alguna cosa mística, Trotsky no fue elegido para dirigir la insurrección.


2.1.2. Después de la toma del Palacio de Invierno

La toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques recurrente se enjuicia en estos tres puntos que da Richard Lorenz (2004).

o   El amotinamiento del ejército,
o   La rebelión de los campesinos y
o   La radicalización de los obreros
Sin embargo Lorenz olvida decir que los puntos señalados como prominentes para el triunfo de la Revolución de Octubre corrieron a cargo de la dirigencia del Partido Bolchevique, encauzado la rabia, el descontento del proletariado junto con las capas de la población rusa hacia el afluente revolucionario.
El panorama para los bolcheviques desde noviembre del 17 ya pintaba duro para el sostenimiento del naciente poder soviético. Los jefes y empleados de bancos, ministerios y prácticamente todas las instituciones de la administración pública se declaraban en huelga. Sindicatos dirigidos por los mencheviques, los Ferrocarriles, Teléfonos, Telégrafos y Correos amenazaron con irse a huelga y paralizar los servicios de comunicaciones y transportes.
Tal pareciera que con la toma del Palacio de Invierno el socialismo se construiría a partir de ahí en un entorno sin guerra, sin violencia, sin contradicciones materiales. Sin embargo, la construcción y consolidación del socialismo apenas iniciaba. Por las condiciones paupérrimas de las masas trabajadoras se planteaban diferentes cuestiones como ¿si era posible llevar a cabo la construcción socialista en el país más atrasado de Europa? ¿estaba Rusia madura para la construcción del socialismo? Debido al predominio del campo sobre la industria, las políticas bolcheviques girarían en torno a revertir e industrializar el país.
El decreto sobre la tierra se daba el 26 de octubre de 1917, decreto llevado a cabo en el 2º Congreso panruso de los soviets. Con esto la tierra no podía ser comprada, vendida o hipotecada. Para febrero de 1918 con la ley agraria se concretaba los anhelos del campesinado pobre. La tierra pasaba a ser usufructo del pueblo trabajador. Cualquiera que lo solicitase independientemente de su sexo, religión o nacionalidad, tenía el derecho a una parcela de tierra. El suelo iba a repartirse equitativamente a la par que el trabajador asalariado quedaba prohibido. 
Para 1918 se formaba algo que se denominaría como triunvirato conformado por Iremashvili, Lenin y Stalin. En el triunvirato giraba en torno a las negociaciones de Brest-Litovsk, en el que se citan estas palabras de Lenin: “Consultaré a Stalin y le contestaré”. El propio Trotsky retoma a Iremashvili y escribe:
Incluso Lenin en aquél período sintió la necesidad de Stalin a tal grado, que cuando llegaron las noticias de Trotsky desde Brest y hubo que tomar una decisión mientras Stalin no estaba en Moscú, Lenin informó a Trotsky:
“Quisiera consultar con Stalin antes de contestar tu pregunta”.
Y sólo tres días después telegrafió Lenin: “Stalin acaba de llegar. Lo estudiaré con él y te daremos en seguida nuestra respuesta” (Iremashvili en Trotsky 1963: 303).

Trotsky como Comisario Popular de las Naciones al tocar en la biografía que hace de Stalin, el punto de las naciones del Cáucaso encontró un espacio en donde expresar su racismo por el origen geográfico como de clase de Stalin. El hecho de que Lenin viera a Stalin un elemento insustituible para encargarse de aquella región, Trotsky minimiza y excusa el por qué Lenin concebía de esa manera a Stalin:
…Stalin conocía la vida del pueblo aborigen del Cáucaso, íntimamente, como sólo un nativo podía conocerla. Llevaba aquél primitivismo en la sangre. Le gustaba la sociedad de aquella gente, encontraba un lenguaje común para conversar con ellos, no recelaba que pudiesen superarle en nada, y, por consiguiente, los trataba con aire democrático, amistoso (Ibíd., 1963).

Lenin para Trotsky no veía en Stalin alguien insustituible no por su capacidad como revolucionario, no porque los procesos históricos de lucha por los bolcheviques constataran a Stalin como un comunista en toda la extensión de la palabra, no. La “razón” de tratar los temas del Cáucaso Trotsky con Stalin por orden de Lenin fue porque el Cáucaso representa la primitividad de Stalin, el bajo nivel intelectual.
El 27 de noviembre de 1919 se celebró en Moscú el II Congreso de Organizaciones comunistas musulmanas de toda Rusia y de los pueblos del Este. El que abrió el Congreso fue aquel primitivo, aquél que se sentía como en casa por el lenguaje común de tales grupos con el lenguaje no intelectual, si, el mongol de las montañas, Stalin fue quien abrió aquél Congreso, éste abrió el Congreso en nombre del Comité Central. 
Las medidas revolucionarias del Partido Comunista se siguieron aplicando en torno a la tierra, para el 15 de marzo de 1921 se celebraba el X Congreso del Partido Comunista (bolchevique) se anunciaba la Política Agraria a la par que el levantamiento de Kronstadt en plena ebullición.
Durante ese mismo mes se anunciaba la Nueva Economía Política (NEP). Como se adoptaba al conjunto de medidas de carácter económico entre dejar la empresa capitalista  con la ya empresa estatal a cargo del poder soviético. ¿Cómo poder hacer que la empresa capitalista aún viva estuviera bajo el control del Estado Soviético? La contradicción principal en el período de transición del capitalismo al socialismo es la que media entre el socialismo ascendente y el capitalismo agonizante.
Las diferencias entre la línea leninista con la contraria, la trotskista se volvió a manifestarse, ahora en torno de nueva cuenta a la cuestión del campesinado en su papel en la construcción del socialismo. Tal debate que surgía al seno del Comité Central en 1922 se prolongaría a 1926-27. Trotsky encabezaría la lucha contra Lenin.
Ludo Martens (2003) menciona que en 1919  Trotsky reeditó su texto de 1906 Balance y perspectivas en su prefacio de 1919 escribe: el desarrollo de las ideas que encontramos aproximan muy de cerca, en sus primeras ramificaciones, las condiciones de la época. De este planteamiento Martens cuestiona cuáles eran las tesis que Trotsky quería llevar al seno del C.C. del P.C. (b):
[…] los campesinos están caracterizados de la barbarie política, la falta de madurez social y de carácter, el atraso. No hay nada ahí que sea susceptible de proporcionar una política proletaria coherente y activa, una base a través de cual nos podamos fiar […]  Después de la toma del poder, el proletariado estará obligado a llevar la lucha de clases al campo […] pero el grado insuficiente aquejado por la diferenciación de clases del campesinado creará obstáculos a la introducción en su seno de una lucha de clases desarrollada sobre la cual el proletariado urbano pueda apoyarse. El enfriamiento del campesinado, su pasividad política y, más aun, la oposición activa de sus capas superiores que no dejarían influir por parte de los intelectuales y de la pequeña burguesía pueblerina. Así, cuanto la política del proletariado se haga más precisa y resuelta más se estrechará el camino y llegará a ser peligrosa bajo sus pies (Trotsky en Martens. 2003: 24).

Las apreciaciones de Trotsky son correctas pues son puntos que llevarían al Partido a una lucha abnegada en seguir con la colectivización del campo en años venideros, sin embargo la conceptualización de Trotsky sobre el campesinado se mantuvo durante su vida. Cosa contraria a la línea leninista que desarrolló el Partido, estando y después de Lenin.
En el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS Instituto de Economía (Manual sacado en vida del camarada Stalin) se dice, las clases fundamentales del período de transición son la clase obrera y los campesinos. El principio supremo de la dictadura del proletariado es la alianza de la clase obrera y los campesinos bajo la dirección de la clase obrera, alianza dirigida contra las clases explotadoras (Ibíd., 1953).
Para 1923 Stalin estaba el frente de la Comisión Central de Control, el Orgburó y la Secretaría, por su parte Zinoviev tenía la mayoría en el Politburó y en el Comité Central. Los papeles relevantes en las instancias de dirección del Partido estaban en Stalin y Zinoviev además de Kamenev.
En el XII Congreso del Partido Zinoviev pretendió tomar el puesto de Lenin. Lenin se encontraba enfermo, ello dio pie a una situación de suma importancia ¿quién debía de dar el discurso fundamental en ausencia de Lenin? A este punto, Stalin expresó “el informe político lo hará, naturalmente, el camarada Trotsky”. En la biografía de Trotsky sobre  Stalin dice que él no deseaba hacer tal acto, pues significaría la asunción ante el C.C. como el sucesor natural de Lenin. Trotsky a la propuesta de Stalin dijo:
Esto es provisional. Confiemos en que Lenin se restablecerá pronto. Entretanto, el informe debe de hacerlo, atendiendo a su cargo, el Secretario General. Así se elimina todo fundamento de vanas especulaciones. Además, ambos tenemos serias diferencias en cuestiones económicas, y yo estoy en minoría (Ibíd., 1963).

Trotsky se veía como el sucesor “natural” de Lenin, él y Lenin los eternos “amigos”, lo cierto es, que, la historia, los procesos de lucha llevados a cabo por las masas explotadas en muchas ocasiones lideradas por los bolcheviques. El papel de los bolcheviques que hubieron estado en los momentos de afluencia, pero más en los momentos de reflujo del movimiento revolucionario ponían a los cuadros que habían demostrado su capacidad no sólo en la teoría, sino en la práctica militante en los puestos dirigentes del Partido y del propio Estado soviético naciente. Entonces ¿Sí Trotsky como afirma el revisionismo era el sucesor “natural” de Lenin, sí la dirección del Partido veía en Trotsky como la segunda autoridad por debajo de Lenin cómo es que aquél mongol de las montañas con sus papeles de cualquier militante intermedio tuviera mayoría en el Comité Central? La respuesta a este cuestionamiento es lo que se viene y se va a desarrollar en el resto del texto. Pero el hecho de que Stalin tenía mayoría en el C.C. era por su labor revolucionaria lo habían puesto y comprobado su amor a la causa revolucionaria, antes durante y después de Octubre.
El XII Congreso del Partido celebrado del 17 al 25 de abril de 1923 pese a la presunción de Zinoviev por ocupar el puesto de Lenin o de Trotsky como el segundo jefe de la Revolución de Octubre ni uno ni lo otro sucedió. Stalin era el primer puesto del triunvirato.



2.2. Salir de la guerra, una medida revolucionaria

Durante el viaje a su regreso a Rusia, Lenin se planteaba ¿cómo plantear la paz al Partido?
Lenin ya desde 1915 había definido la posición de los socialistas respecto a la guerra, precisamente en un texto llamado El socialismo y la guerra (Actitud del POSDR ante la guerra) Lenin comienza diferenciando el concepto de guerra de los marxista y la visión de los pacifistas burgueses (defensores y predicadores de la paz) y los anarquistas.
Diferimos de los primeros porque comprendemos la inevitable ligazón de las guerras sin suprimir ante las clases y sin instaurar el socialismo. Deferimos también de ello también porque reconocemos plenamente que las guerras civiles, es decir,  las guerras llevadas a cabo por la clase oprimida contra la clase opresora –las guerras de los esclavos contra los esclavistas, de los campesinos siervos contra los terratenientes, de los asalariados contra la burguesía- son legítimas, necesarias y progresivas. Diferimos tanto de los pacifistas como de los anarquistas en que nosotros, los marxistas, reconocemos la necesidad de un estudio histórico (desde el punto de vista del materialismo dialéctico de Marx).

Trotsky por el contrario concebía la cuestión de la paz en su texto La Guerra y la Internacional, escrito en noviembre de 1914, expresa el proletariado no está interesado en defender una “patria” nacional anacrónica que se ha convertido en el obstáculo principal para el progreso económico, sino en crear una patria nueva, más poderosa y estable, los Estados Unidos de Europa de régimen republicano, como cimiento en los Estados Unidos del Mundo.
El 18 de febrero, iniciado ya el balance alemán, el Comité Central del Partido estuvo reunido todo el día. En la primera sesión, después de intervenir Lenin y Zinoviev a favor de firmar la paz, y yo dice Trotsky con Bujarin en contra, se rechazó por siete votos contra seis la moción de “presentar inmediatamente una proposición para reanudar las proposiciones de paz” (Ibíd., 1963). La línea revisionista de Trotsky se manifestó una vez más en un punto tan crucial como era la guerra de Rusia contra Alemania en la 1ª Guerra Mundial[1].
Entre discursos llenos de retórica “revolucionaria” sobre la necesidad de gastar hasta la última esperanza la supervivencia del naciente país de los soviets a través de sostener la Guerra a los alemanes, Trotsky exhorta a: el problema no era sucumbir con honor, sino sobrevivir para una futura victoria. La revolución rusa quiere vivir, debe de vivir, y para ello debe de rehusar toda batalla superior a sus fuerzas (Ibíd., 1968). Entonces para Trotsky era pues sacrificar la Revolución de Octubre en aras de salvar a la propia Revolución. Dejemos hablar al propio Trotsky sobre su posición en lo referente al tratado de paz:
En nuestro partido hubo una discusión ardiente sobre la conveniencia de someternos al ultimátum alemán y firmar un tratado que nos impondría condiciones más onerosas aún que las de Brest-Litovsk […] vista la intervención efectiva de los alemanes en el territorio de la República rusa, era absurdo, para la resolución de los conflictos del país, celebrar un tratado de paz que se aplicaría sólo a una porción del territorio, y ver pasivamente los esfuerzos de las tropas alemanas  para restablecer la dictadura burguesa en el norte y en el sur (Ibíd., 1963).
La opción del trotskismo era seguir en una guerra que estaba perdida, el continuar en la prolongación de una agonía del pueblo ruso que padecía por las penas de la guerra, era ante todo, entregar en sus manos a los buitres imperialistas que esperaban la caída del naciente poder soviético. Mientras que para la línea bolchevique, la paz significaba bocanadas de oxígeno para seguir construyendo y solidificar la débil dictadura del proletariado. La consolidación del proceso de paz se llevó a cabo en el Congreso del Partido y en 4º Congreso de los Soviets donde predominó el voto a favor de la paz. Lenin en el Socialismo y la guerra refiera a los que apostaban en seguir en la guerra, en que éstos tratan de ver que en la guerra tenga un carácter burgués progresivo y de liberación nacional (Lenin. 1976: 287).
El capitalismo, que en su lucha contra el feudalismo fue el libertador de las naciones, se transforma, en la época imperialista, en el más grande opresor de las naciones. El capitalismo, progresivo en otros tiempos, es hoy reaccionario y ha desarrollado hasta el punto las fuerzas productivas que la humanidad se halla actualmente ante el dilema de pasar al socialismo o de sufrir durante años, durante decenio incluso, la lucha armada entre las “grandes” potencias por la conservación artificial del capitalismo mediante las colonias, los monopolios, los privilegios y la opresión nacional de todo género (Ibíd., 1976).
Trotsky lejos de confundir la concepción del movimiento revolucionario en tiempos de guerra, Trotsky reproduce la tesis reformista de que en la guerra entre naciones imperialistas los pueblos oprimidos al luchar por la “defensa de la patria” llegará el proceso a desembocar en la revolución socialista, esto no ha sido así.  La guerra entre naciones imperialistas es el repartimiento de la riqueza de las naciones oprimidos por naciones económicamente más poderosas. Además de que Rusia ya estaba librando una batalla para no caer en sus primeros días de vida la Revolución de Octubre, lo que el seguir en la guerra sería para el naciente país de los Soviets una muerte prematura, en aras según el trotskismo en desarrollar la teoría de la “revolución permanente”.
La defensa de la patria en tiempos de guerra no es una práctica revolucionaria, sino la opción de darle a las naciones imperialistas más poderosas el saqueo de las más débiles. Esto es el socialchovinismo –dice Lenin- es la idea de abandonar la lucha de clases durante la guerra, la votación de los créditos de la guerra.
Los socialchovinistas repiten las mentiras de la burguesía para engañar al pueblo, afirmando que la guerra se hace en defensa de la libertad y la existencia de las naciones, y así se pasan al campo de la burguesía contra el proletariado. Son tan socialchovinistas los que procuran justificar y ennoblecer a los gobiernos y a la burguesía de uno de los grupos de potencias beligerantes como los que, a semejanza de Kautsky, reconocen para los socialistas en todas las potencias beligerantes el derecho a “defender la patria” (Ibíd., 1976).

De tal forma que los socialchovinistas olvidan la tesis de Marx que los obreros no tienen patria. El socialchovinismo deja la lucha de clases por la colaboración entre estas, además de renunciar a los métodos revolucionarios. A través de la llamada “defensa de la patria” se inculca a las masas oprimidas del país invadido, la idea de la liberación nacional. Lenin en el “El programa de la paz” dice:
¿Y Trotsky? Está en cuerpo y en alma en pro de la autodeterminación, pero también ésta es en sus labios una frase vacía, puesto que no exige la libertad de separación para las naciones oprimidas por la “patria del socialista de una nación determinada; ¡calla sobre la hipocresía de Kautsly y los kautskianos!” (Lenin. 1976: 370).

El trotskismo ha realizado esa práctica anti-revolucionaria a través de su historia de ahí su condena de la lucha del pueblo sirio contra la invasión de los países imperialistas creando grupos armados financiados desde los Estados Unidos quitando el derecho al pueblo sirio a su autodeterminación.
La postura revisionista del trotskismo en su visión respecto de la guerra es contraria a la visión marxista, Trotsky veía en la guerra el camino para seguir con su teoría de la Revolución permanente, sin embargo como lo deja claro en su análisis dialéctico que hace Lenin, los marxistas no pueden apoyar a la guerra, pues el imperialismo genera guerras entre los países imperialistas por el reparto de las riquezas naturales del mundo y no es pues, una guerra de liberación de un país contra sus opresores. Y menos cuando en el naciente poder soviético se libraba con las fuerzas que quedaban del capitalismo, los bolcheviques y el pueblo ruso libraban tan titánica tarea, para seguir llevando a los trabajadores al matadero contra Alemania, la actitud de Trotsky no fue revolucionaria, sino chovinista.


2.2.1. El Pacto Brest-Litovsk

El revisionismo de Trotsky en lo referente al pacto Brest-Litovsk, se excusa con la unidad y dice: Yo declaré que, “de haber tenido unanimidad, podíamos habernos encargado personalmente de organizar la defensa. Hubiéramos podido hacerlo… pero eso requería de la máxima unidad. Como no la había, no quería cargar con toda la responsabilidad de votar por la Guerra”. Entonces se le debía de reconocer a Trotsky por haber intentado ser un personaje que no recayera en él, la Guerra contra los alemanes. El papel de Trotsky es claro, la apuesta por haber seguido llevando a soldados rusos al matadero aun sabiendo que esa guerra no se ganaría contra la potencia alemana.
Trotsky se pronunciaba a favor de la Guerra, Stalin en contra de ésta, tal posición de Stalin le valió el reclamo de Trotsky, “el estaba interesado en la “paz en un solo país, lo mismo que después se interesaba en el socialismo en un solo país[2]” (Ibíd., 1963). El propio Trotsky en su texto Cómo hicimos la revolución de octubre escribe: el día 28 de diciembre, Petrogrado presenció una manifestación gigantesca de obreros, soldados a favor de la paz democrática (Trotsky, L. 1968: 142). La realidad material de los hechos pone en su lugar la teoría y la práctica de los sujetos, así Trotsky en teoría y en la práctica fue un adversario de la línea bolchevique (pese a que ya estaba en las filas del Partido bolchevique).

Ya rumbo a Petrogrado, Lenin ya discutía sobre el cambio de nombre del Partido, dejar atrás el nombre de socialdemócratas. La consigna ¡Todo el poder a los soviets!
Tenemos miedo de nosotros mismos. No nos decidimos a quitarnos la camisa sucia a que estamos “habituados” y a la que hemos tomado “apego”…
Mas ha llegado la hora de quitarse la camisa sucia, ha llegado la hora de ponerse la ropa limpia (Lenin. 1976: 313).

El planteamiento era, ya no se era socialchovinistas tampoco socialdemocrátas burgueses. El nombre de POSDR ya no correspondía al momento histórico ni a la práctica revolucionaria de los bolcheviques.
Lenin escribió al C.C las Cartas desde lejos (Los bolcheviques deben de tomar el poder y el marxismo y la insurrección) donde Lenin expresaba la necesidad de la toma del poder. El tema de las cartas a opinión de Kamanev insistía en que se rechazara categóricamente la proposición de Lenin ¡por desastrosa! (Ibíd., 1963) Kamenev temiendo que esas cartas circularan por el Partido lo mismo que en el C.C. consiguió reunir seis votos a favor de que se destruyeran todos los ejemplares, salvo el destinado a los archivos. Stalin propuso enviar las cartas a las más importantes organizaciones y sugerir que se discutieran. 
La agudización de la lucha revolucionaria, las diversas estrategias como tácticas de los diversos grupos revolucionarios sobre aquel momento crucial en la historia Trotsky (1963) se pregunta ¿Por qué milagro consiguió Lenin cambiar en pocas semanas el curso del Partido, llevándolo por otro cause? La respuesta de Trotsky gira en dos puntos:
·         Los atributos personales de Lenin y,
·         La situación objetiva
La persona de Lenin identificada como el jefe ideológico de los bolcheviques, su carácter, su disciplina revolucionaria son los atributos de Lenin. La situación objetiva es cuando Trotsky de nuevo tergiversa los planteamientos leninistas y ve en el cambio de curso del POSDR en dos puntos, por un lado reconoce el oído de Lenin en el desarrollo de las acontecimientos que se producían, por el otro, Trotsky mira al Partido diferente al leninismo en cuanto el Partido ser la conciencia organizada del proletariado para trazar la línea revolucionaria en la lucha por la toma del poder.
Trotsky dice que para Lenin no era la máquina del Partido como la vanguardia del proletariado, confundiendo el planteamiento leninista que son las masas precisamente las que hacen la revolución, son las masas las que son capaces de transformar las condiciones materiales existentes, pero en ese proceso de lucha, la dirección del Partido es necesaria, pues es el Partido Comunista no es la máquina burocrática que refiere Trotsky, sino la organización estructurada, organizada en torno al centralismo democrático.
Vemos pues a Trotsky divide y fragmenta la concepción leninista de Partido en retomar ya desde mediados del 17 como los inicios de la maquinaria burocrática del Partido, proceso que Stalin lo concretaría, según Trotsky el menchevique.

El pulso de la agudización de la lucha de clases, antes y después de julio, la cacería de brujas para la dirigencia bolchevique se exacerbaba. Lenin era el punto focal de la seguridad del Partido. ¿Lenin debía comparecer, debía ir a la cárcel, debía ser escondido? Esta situación particular resulta de nuevo en el planteamiento de Trotsky ver en Stalin un bolchevique de bajo rango sin ninguna capacidad para realizar actividades de gran envergadura. La historia del Partido de Lenin ha desmentido cada una de sus suposiciones de “revolucionario” idealista. El propio Trotsky escribe “Stalin y otros disuadieron a Ilich de presentarse, y así le salvaron la vida […] después de esa tentativa en el campo enemigo, se decidió que Lenin abandonara Petrogrado y se ocultase con toda seguridad. Stalin se encargó se encargó de organizar la partida de Lenin” (Ibíd., 1963).
Los meses de 1917 trascurrían y la agudización de las contradicciones políticas, ideológicas, represivas crecía. El mes de julio el papel de Stalin se vigorizaba. Trotsky cita a Pestrovsky sobre el papel de Stalin en julio:
Las masas obreras de Petrogrado no conocían apenas a Stalin entonces. Ni él buscaba la aclamación popular. Como no tenía aptitudes de orador, evitaba intervenir en los mítines de masa. Pero no había Conferencia del Partido ni reunión organizadora seria que transcurriera sin un discurso político de Stalin. Por eso los activistas lo conocían bien. Cuando se sucitó la cuestión de presentar candidatos bolcheviques de Petrogrado para la Asamblea Constituyente, los activistas del Partido, le propusieron para los primeros puestos (Ibíd., 1963).

El papel de Stalin era reconocido por lo que llama Petrovsky como “activistas” siendo éstos la base, lo que hace a un Partido. A Stalin le reconocía la base por su actividad, detrás de que a un comunista le reconozca la base y no las cúpulas dirigentes (cúpulas que sí conocían a Trotsky) expresa mucho en la labor revolucionaria de Stalin. Entonces la falacia recurrente de Trotsky de concebir a Stalin como “uno más”, como alguien sin papel importante en las filas del Partido, la base del Partido compuesta por proletarios, soldados, campesinos pobres, la historia pone a los sujetos en su lugar.
Además de hacer tareas “sin gran importancia” Stalin de acuerdo a Lunacharsky (Ibíd., 1963) escribía en 1923: hasta los días de julio, Sverdlov estuvo, por decirlo así, en la oficina central de los bolcheviques, encargado de todo, con Lenin, Zinoviev y Stalin.


2.3. El Partido después de la muerte de Lenin


Es recurrente los ataques descalificativos en términos demeritorios al camarada Stalin se apoderó del maquinaria del Partido Comunista a la muerte de Lenin. Hemos visto desde el primer capítulo del presente trabajo, las acusaciones hechas por Trotsky, acusaciones basadas en un racismo personal, racismo dirigido a quien consideraba a Stalin como el “mongol de las montañas”. Cómo aquel “semialfabeto” pudo llegar al C.C. del Partido que hizo la revolución y conquistó la toma del poder. Se ha desarrollado en el mismo primer capítulo que el camarada llegó al C.C. por méritos propios, por su disciplina, constancia, responsabilidad, por su militancia revolucionaria.
Los ataques en el sentido irónico de cómo Stalin de ser un revolucionario más, un bolchevique más, aquel revolucionario que ascendió al C.C. del Partido en la Revolución de Octubre para no salir de la dirigencia hasta su muerte. Ahora no sólo apareció por arte de magia en la dirigencia bolchevique sino que a la muerte de Lenin el 21 de enero de 1924, Stalin se hizo de todo el poder del Partido como del naciente poder de los Soviets.
Giuseppe Bofa expresa que por 1922 Lenin le quiso poner freno a Stalin, donde asegura el autor que, Lenin solicitó al Congreso que Stalin fuese destituido de su cargo (Boffa, G. 1985: 17). Boffa afirma tal cosa sin dar pruebas de ello, tan sólo menciona que Lenin no pudo destituirle del cargo a Stalin debido a la agudización de su enfermedad de Lenin. Tales juicios kantianos no hay sustento histórico como organizativos en términos del conocimiento de la organización del Partido de tipo leninista.
El mote de asesino a Stalin por parte del revisionismo trotskista ha tenido el atrevimiento de acusar a Stalin por la muerte de Lenin. Para Trotsky la crisis médica de marzo de 1923 por la que atravesó Lenin, ese periodo fue el de cuidado, después de ello, Lenin recobraba su estado, entonces para el “amigo” de Lenin le surge la pregunta ¿no es extraño que muriera súbitamente?
Lenin tenía cincuenta y cuatro años menos tres meses cuando murió; Trotsky era, al morir, siete años más viejo. Stalin tras diecisiete años de pacientes servicios, habría de describir “como un animal de presa, que juguetea primero con su víctima, para recrearse en su fuerza, y luego la inmoviliza a golpes, y retrocede a observar el efecto, matándola por último” ha sobrevivido a ambos. Durante la enfermedad de Lenin se cuidó de asestar los medios de esta supervivencia (Ibíd., 1963).  

Stalin, el bolchevique que se encargó de la seguridad de Lenin cuando en julio de 1917 se agudizó la represión sobre los dirigentes del Partido ahora ha pasado a ser el verdugo de quien fuera su maestro, su ejemplo, Lenin.

El día 27 de enero de 1924 se realizó el funeral del jefe de la revolución proletaria, Vladimir Ilich Uliánov, Lenin. Stalin y Zinoviev junto con seis obreros cargaron el féretro en camino hacia la Plaza Roja. Stalin fue uno de los ocho bolcheviques que bajó el féretro a la bóveda.
Trotsky acusa a Stalin de que no pudiese estar en el funeral de Lenin, de Stalin planear antes de la muerte de Lenin el apoderarse de la dirigencia bolchevique. Las falsaciones ante la realidad es antagónica. Robert McNeal  (1998) un historiador de la burguesía, en su capítulo seis Los herederos desmiente y evidencia la propia biografía de Trotsky. Según Trotsky, Stalin ya planeaba quedarse con la dirigencia del Partido, sin embargo el discurso de Stalin ni siquiera fue integrado de manera completa en Pravda, los otros dos artículos de Zinoviev y Krupskaia si se imprimieron en su totalidad.
La Antología de Prensa del Partido en Leningrado tampoco publicó el discurso de Stalin. Curiosamente para los que aseguran la omnipotencia de Stalin a la muerte de Stalin, en aquella Antología los escritos publicados fueron de krupskaia, Zinoviev y Trotsky. Entonces eso estaba lejos de ser un cabildeo anti-Trotsky.    
A la intelectualidad burguesa, a los canales de paga de Historia en repetir los adjetivos contra Stalin, olvidan que cada adjetivo descalificativo dicho por Trotsky contra Stalin, el primero ya lo había dicho a Lenin, dictador que imponer su dictadura el Partido, fanático religioso, fetichista de la organización. Olvidan también que para 1904 cuando Lenin escribe Un paso adelante, dos pasos hacia atrás, Trotsky dijo “no debemos prestar atención a una tal pobreza del pensamiento”.
Las calumnias vertidas contra Stalin durante más de 25 años, fueron calumnias que Trotsky reavivó cuando las escupía en Lenin. Trotsky no paró de vociferar de culpar a Stalin en convertirse en un dictador  sobre el Partido. Pues bien, cuando Lenin creó el Partido bolchevique, Trotsky la acusó de instaurar una teocracia ortodoxa y un centralismo autócrata-asiático. Lo mismo de no parar de afirmar sobre Stalin adoptó una actitud cínica, pragmática hacia el marxismo que ha reducido a formularios. En 1904, criticando la obra de Lenin, Un paso adelante, Trotsky afirmó “no se puede manifestar más cinismo respecto al mejor patrimonio ideológico del proletariado que el que hace el camarada Lenin”.
Martens cita el texto de Trotsky de 1904 donde atacó al Partido de tipo leninista y formular un concepto “sustitucionismo”. “El grupo de “revolucionarios profesionales” actúa sustituyendo al proletariado, la organización sustituye partido y finamente, el dictador al Comité Central”. Para 1923 Trotsky vuelve a atacar la línea leninista de Partido variando muy poco en sus matices, “la antigua generación se ha habituado y se habitúa a pensar y decidir por el partido”. Trotsky apunta una tendencia a penar y decidir por la organización entera.
Trotsky en 1904 acusaba a Lenin de ser un burócrata que degeneraba al partido en organización revolucionario burguesa. Continuó diciendo Trotsky que Lenin estaba ciego ante la lógica burocrática de tal cual o cual plan de organización, pero el fiasco del fetichismo organizativo, para 1923 Trotsky formuló el mismo discurso contra Stalin, el burocratismo amenaza con provocar una degeneración más o menos oportunista de la vieja guardia.
Vemos pues que bajo el supuesto de “democratizar al partido”, Trotsky seguía empeñado en sustituir la línea leninista del partido por su línea la trotskista, haciéndose pasar por bolchevique de toda su vida, táctica bastante útil de un oportunista, arribista para confundir a las generaciones jóvenes de bolcheviques que desconocían su pasado menchevique, no así con la vieja guardia. Ésta última le hizo frente a la corriente trotskista para limpiarla del partido bolchevique, encabezando la lucha contra el trotskismo, el camarada Stalin.         
Stalin como continuador del marxismo en la naciente Unión Soviética tenía una tarea titánica junto con el Partido en apoyo de las masas trabajadoras en seguir construyendo la sociedad socialista. A principios de abril de 1924 en la “Universidad del Trabajo” Stalin leyera por primera vez la categoría leninismo en su texto titulado Los fundamentos del leninismo, texto que sirvió de base para su Cuestiones del leninismo que apareció en 1926. Los adversarios a los que luchamos por la liberación de la humanidad achacan a Stalin de crear un culto en el jefe de la revolución bolchevique, sin embargo tal proceso dialéctico en la lucha práctica como teórica de los comunistas, Stalin tuvo la sapiencia en poder categorizar perfectamente tal desarrollo, era hora de superar el marxismo con las nuevas experiencias del proletariado internacional, el marxismo-leninismo, nueva etapa en el movimiento revolucionario internacional.  
¿Qué es, pues, en fin de cuentas, el leninismo?
El leninismo es el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria. O más exactamente: el leninismo es la teoría y la táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la dictadura del proletariado en particular. Marx y Engels actuaron en el período prerrevolucionario (nos referimos a la revolución proletaria) cuando aún no había un imperialismo desarrollado, en un período de preparación de los proletarios para la revolución, en el período en que la revolución proletaria no era aún directa y prácticamente inevitable. En cambio, Lenin, discípulo de Marx y de Engels, actuó en el período del imperialismo desarrollado, en el período en que se despliega la revolución proletaria, cuando la revolución proletaria ha triunfado ya en un país, ha destruido la democracia burguesa y ha inaugurado la era de la democracia proletaria, la era de los Soviets (Stalin, I. 1975: 3).

La categorización de la nueva etapa en el materialismo histórico, el marxismo-leninismo fue desde aquel entonces el desmarque de los comunistas de la fauna que se hace llamar de izquierda. Con el marxismo-leninismo vituperan quienes han vendido, traicionado, revisado los principios de los clásicos del marxismo, en nombre de la “democratización del Partido”, en contra de la llamada burocratización de las organizaciones, en nombre de la flexibilidad del marxismo. Con el marxismo-leninismo se intenta hacer confundir la ortodoxia con la dogmatización.

Con sus críticas hechas a Stalin para hacerlo pasar por el hombre que eliminó la existencia de las fracciones dentro del Partido para poder seguir desarrollando la democracia dentro de éste, sin embargo olvidan que fue Lenin en 1921 quien eliminó las fracciones dentro del PC. Posteriormente Stalin siguiendo la línea leninista del Partido desarrolló lo que Lenin ya había dado inicio:
[…] os grupos pequeñoburgueses penetran de un modo u otro dentro del Partido, llevando el espíritu de la vacilación y el oportunismo […] hacer la guerra al imperialismo teniendo en la retaguardia a tales “aliados”, es verse en la situación de gente que se halla dos fuegos, tiroteada por el frente y la retaguardia. Por eso, la lucha implacable contra estos elementos, su expulsión del Partido, es la condición previa para luchar con éxito contra el imperialismo.

Para 1924 aquellos que buscaron repuntar de nuevo como dirigentes bolcheviques a través de la publicación de sus “Obras completas” fue en primer lugar Trotsky seguido por Zinoviev y Kámenev. Pero qué pasa ¿acaso no tendría que haber sido el quien quería acaparar el poder en sus manos el quien publicara sus obras? Pues no, Stalin no publicaría en aquellos años sus obras. Tal táctica empleada por Trotsky, lejos de tomarlo como un pensador marxista, la publicación de sus obras no hizo más que reavivar las contradicciones teóricas como prácticas de él con Lenin. Trotsky fue poner en charola de plata para demostrar una vez más que éste no dejó de ser un contrario al bolchevismo.


2.4.  El trotskismo corriente liquidadora al interior del PCUS

Es necesario para este punto empezar por definir y caracterizar a la corriente trotskista como corriente opuesta al leninismo. Es un deber de los comunistas el desenmascarar a esta secta pequeñoburguesa que se han intentado vestirse de túnicas rojas no siendo más que camaleones que modifican su discurso de acuerdo a sus intereses como grupo revisionista al interior de las luchas revolucionarias.
El trotskismo se define a sí mismo como marxismo además su profeta, Trotsky califica a su corriente como internacionalismo marxista. Cuando es precisamente el trotskismo que niega cuanta revolución en el mundo alce la bandera del marxismo. Desde Cuba hasta Vietnam, desde China a Corea del Norte.
Stalin (1953) en su texto ¿Trotskismo o leninismo? concibe al trotskismo con tres particularidades que lo hacen insoluble con el leninismo.
Primera. El trotskismo es la teoría de la revolución permanente (ininterrumpida). Tal teoría es jugar a la toma del poder, es la teoría del rompimiento del proletariado con el campesinado pobre, es decir seguir con la disputa entre el leninismo y el trotskismo desde 1905. Para dejar más claro esta primera característica del trotskismo, Stalin cita al propio Trotsky en una carta que le envía a Chjeídze en 1913; y en ésta, Trotsky escribe, todo el edificio del leninismo se basa hoy en día en la mentira y en la falsificación y lleva en sí el principio venenoso de su propia descomposición.
Segunda. Stalin concibe al trotskismo en materia de organización como la teoría de la convivencia de los revolucionarios y los oportunistas en el mismo partido. Lenin (1976) en el texto Acerca de una violación de la unidad que se encubre de gritos de unidad escribe de Trotsky como repetidor de calumnias liquidacionistas.
Tercera. La desconfianza y la desacreditación de la dirigencia bolchevique.
Lenin en su artículo Marxismo y reformismo pone en claridad, la esencia de la práctica de los reformistas ante las situaciones de flujo o reflujo en el movimiento revolucionario. “El reformismo –dice Lenin- es una manera en que la burguesía tiene que engañar a los obreros, que seguirán siendo esclavos asalariados, pese a algunas mejoras aisladas, mientras subsista el dominio del capital”. El reformismo ha pretendido hacer pasar a la esclavitud asalariada que dejará de ser la constante de las masas trabajadoras a través de reformas. El reformismo intenta a través de la perversión del uso de las reformas –escribe Lenin- el reformismo, incluso cuando es totalmente sincero, se transforma de hecho en un instrumento de la burguesía para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia. La experiencia de todos los países muestra que los obreros han salido burlados siempre que han confiado en los reformistas.
El trotskismo como corriente anti-marxista reproduce la equiparación de Stalin con Hitler. Ambos dictadores, ambos asesinos de sus pueblos. Lejos de tal equiparación provenir de un análisis científico de la realidad material, proviene de cuestiones subjetivas, es decir contradicciones de carácter personal. Contradicciones personales que Trotsky jamás superó. Las contradicciones de carácter personal lejos de quedarse estancadas en asuntos psicológicos, tales contradicciones devienen de la práctica de los sujetos. Así pues, la práctica revolucionaria y la práctica revisionista de otro es precisamente lo que está detrás del odio de Trotsky para la persona de Stalin.
El odio es, después de todo, una especie de vínculo personal. Stalin y yo hemos estado separados por sucesos tan terribles, que han consumido en llamas y reducido a cenizas todo lo personal, sin dejar el menor residuo. Ahora bien, para mí, pienso y siento que la exaltación sin precedentes de Stalin representa el hundimiento más profundo. Stalin es mi enemigo. Pero también Hitler lo es, y Mussolini, y muchos otros (Ibíd., 1963).

Trotsky niega que el odio personal sea lo que lo motivó para ser acorde con su práctica menchevique. El trotskismo niega diferencias de fondo en lo sucedido entre los conceptos bolcheviques y mencheviques, para ellos, sólo se refiere a mayoría y minoría, la historia dice lo contrario más allá del matiz en términos de cantidad de uno y otro grupo del POSDR. En el mismo texto, Lenin dice a la no supuesta diferencia de  fondo, en los viejos de la vieja Iskra (1901-1903) había un apodo para esos vacilantes y tránsfugas del bando de los “economistas” al de los “islristas” y viceversa:
Trotsky a pesar de que tenía una pluma excelsa, en la biografía que hizo de Stalin en cada página en cada apartado el odio, el racismo, la denigración hacia el origen de clase proletario de Stalin, al origen de su nacimiento Tiflis, Georgia, de ver en Stalin como al resto de las personas que vivieron en la región del Cáucaso como personas primitivas carentes de intelecto. Entonces su a priori de negar como lo más importante el odio personal, su mismo desarrollo de su texto y más su práctica hasta su muerte hicieron de su negación una falacia. Palabras que la historia ha puesto en evidencia.

En la biografía referida Trotsky comenta sobre el odio plasmado en su pluma para con Stalin: no niego que el retrato resultante es sombrío y hasta siniestro. Es clara la semblanza del menchevique, su relato es siniestro intentando inútilmente hacer de Stalin un “sujeto siniestro”. En seguida de tal afirmación, Trotsky lanza el siguiente reto: “desafío a cualquiera que extraiga otra figura más humana que estos hechos que han escandalizado la imaginación de la humanidad en el curso de estos últimos años”. Años, décadas pasaron para que los marxistas-leninistas levantáramos el puño, la pluma para echar a la borda las falsedades históricas en contra del Partido Comunista (bolchevique)  de la URSS  no solo de los trotskistas y demás revisionistas, sino del imperialismo a través de sus órganos castrenses como de sus intelectuales. Este trabajo, es pues, un granito más por reivindicar la historia gloriosa de los pueblos soviéticos liderados por su Partido a través de Stalin.
El odio del menchevique fue su fiel característica pequeñoburguesa y se expresó con tanta furia en la persona de Stalin, eso es lo que el trotskismo ha pretendido hacer pasar, un odio de carácter personal, pero no es así, el odio fue en realidad al Partido, al leninismo.
...ambos representantes de la pequeñaburguesía, [que] en esta época es incapaz de adoptar ideas originales o de dirección creadora propias. Tanto Hitler como Mussolini han plagiado e imitado prácticamente a todo y a todos. Mussolini hurtó de los bolcheviques y de Gabriel d´Annunzio, y encontró inspiración en el campo de los grandes negocios. Hitler imitó a los bolcheviques y a Mussolini (Ibíd., 1963).

La práctica como la teoría del trotskismo es clara, no vaciló en ser una corriente pequeñoburguesa, corriente opuesta al marxismo-leninismo. La equiparación que se hace del bolchevismo con el fascismo italiano y el nazismo alemán no es casual, ésta equiparación tiene su causa en ver al leninismo como una corriente de derecha.
El odio personal se hacía latente en cada escritor, literato, intelectual que producía algo para con Stalin. La crítica simplista del gran intelectual de Trotsky minimizaba a los sujetos por el hecho de que le dedicaban sus obras a su odiado enemigo. Uno de los casos fue con Alexis Tolstoy cuando escribió lo siguiente:
Tú, refulgente sol de las naciones,
sol sin ocaso de nuestra época,
y más que el sol, pues el sol no es sapiente…
A estos versos Trotsky escribe:
A Stalin le complace. Y más aún se regocija, sin duda, cuando algún escritor de segunda fila se acerca más a su propio nivel literario con el siguiente Canto al sol que vuelve, que dice, entre otras cosas:
 De Stalin nos llega la luz,
 y de Stalin nuestra prospera vida…
aun la buena vida de la tundra que baten los nieves
la vimos unidos a él,
al hijo de Lenin,
a Stalin el sabio.
Tales versos de Alexis Tolstoy representaron para Trotsky (Ibíd., 1963) tales efusiones literarias suenan más a gruñido de puerco [que a poesía]. Al parecer la capacidad intelectual tales versos representaban insultos a su intelecto. Trotsky afirma que, el nivel literario de Alexis Tolstoy se acercaba al de Stalin, pero en la biografía no se toca las poesías que le valieron a Stalin ganar el premio nacional de novela en su ciudad natal. Trotsky desconocía que Stalin hiciera poesía y no eran más que “gruñidos de puercos”.

El reformismo encabezado por el trotskismo asevera que Stalin y su cuadrilla de cómplices (como Trotsky se refiere a elementos del C.C.) expresan que el conflicto práctico como ideológico entre Lenin y Trotsky fue invención del stalinismo. Lo cierto es que no. El origen de clase de Trotsky no terminó por seguir ligado a su práctica como a su teoría opuesta al leninismo.
Recordemos que en 1914 Lenin escribe un artículo llamado Acerca de una violación de la unidad con que se encubre con gritos de unidad[3]. En éste artículo fue dirigido contra el trotskismo como corriente fraccionalista al interior del POSDR. En el texto expresa Lenin, Trotsky “apela” a la historia para esquivar los problemas concretos e inventar una justificación o algo parecido para los oportunistas contemporáneos.
El fraccionalismo fue una característica histórica al interior del POSDR de 1903 a 1911. Para examinar la cuestión del fraccionalismo Lenin hace la crítica a la revista Borbá (dirigida por Trotsky) revista de la cual Lenin la concibió como una revista liquidacionista, una revista que según su titular (Trotsky), es para los obreros, pero en ella no hay rastro  de iniciativa obrera ni ligazón con las organizaciones obreras. Además de no tener ligazón con las masas en tal revista, Trotsky hizo uso del “no fraccionalismo”, ¿qué hay detrás del no fraccionalismo? Lenin es claro, se trata de los peores representantes de los peores vestigios del fraccionalismo engañan a la joven generación obrera (Lenin. 1976: 76). Lenin definió a los liquidadores rusos aquellos que renuncian a su pasado para adormecer a los obreros con ilusiones en un partido nuevo, abierto y legal. Esto Lenin lo escribió en Marxismo y reformismo.
Trotsky al intentar hacer llamar al “no fraccionalismo” cuando ésto fue para el POSDR una característica por años. Esto es, el fraccionalismo representa dos tendencias, la bolchevique y la menchevique. Cuando al Partido se le presentaban situaciones complejas, el fraccionalismo se exacerbaba en dos posiciones, dos tácticas. De tal modo que Lenin define claramente al fraccionalismo:
“Fraccionalismo”, es decir, unidad nominal (de palabra, son todos partidos), y fragmentación real (en realidad, en todos los grupos son independientes, entablan entre sí negociaciones y concluyen acuerdos con potencias soberanas) (Ibíd., 1976).

Tal proceso fraccionalista es de los años 1903-1908. En aquellos años las fracciones estaban dentro del POSDR Trotsky y su grupo, los dos grupos de Vperiod[4], los bolcheviques y los mencheviques, éstos dos últimos grupos se proclamaban por el Partido, sin embargo sólo uno de los grupos defendían los principios del marxismo, los bolcheviques. El “no fraccionalismo” Lenin lo definió como la “fracción de Trotsky”. El “no fraccionalismo” le daba a Trotsky el pasar de un grupo a otro y verlo como normal. El trotskismo como corriente reformistas no fue un concepto creado por Stalin, por rivalidad entre dos sujetos Stalin versus Trotsky, no fue así, el trotskismo fue usado por Lenin en 1914. Además de definirlo como “escueto”.
La característica del trotskismo es replicar frases llenas de “intelectualismo”, pero vacías de contenido, es decir, el esquivar al análisis de la realidad concreta y con ello inventar justificaciones que hacen esconder su línea oportunista. Lenin para caracterizar tal actitud vacilante se remonta a los tiempos de la vieja Iskra PONER PIE DE PÁGINA(1901-1903):
…había un apodo –escribe Lenin- para esos vacilantes  y tránsfugas del lado de los “economistas” al de los “iskristas” y viceversa: Los tránsfugas de Túshino (nombre que en la época turbulenta de Rusia se aplicaba a los guerreros que se pasaban de un bando a otro).

La actitud vacilante del trotskismo ha sido su fiel compañera. Intelectuales (en su mayoría) que a través del uso de un lenguaje teñido de rojo intentan engañar al movimiento revolucionario, pero en su trasfondo está impregnado de evasión a la realidad histórica.
Los “errores” del leninismo en concebir al campesinado pobre como aliado fundamental del proletariado, para llevar a cabo la dictadura del proletariado. La unidad del proletariado con el campesinado pobre, Trotsky (Ibíd., 1963) la considera un punto débil además de ver tal unidad como una noción intrínsecamente contradictoria. Para el trotskismo tal unidad representa una democracia abiertamente burguesa. El plantear la dictadura del proletariado con el campesinado pobre es, que éstos últimos no dejarían llevar a cabo al proletariado en hacer su tarea histórica, la construcción del socialismo.
No es que Trotsky no leyera a Marx, no, pues fue un tipo brillante en la pluma, las biografías que se hacen de él o la biografía que hace el mismo Trotsky refleja lo letrado que fue. Sin embargo el ser letrado no es reflejo de haber comprendido los principios del materialismo histórico en esto, la comprensión del papel revolucionario del campesinado pobre en la lucha por la toma del poder. Tomando en cuenta el origen de clase de la que es parte el aliado fundamental del proletariado, el campesinado.
[…] como se ve la explotación se distingue de la explotación –Marx se refiere al campesino- del proletariado industrial sólo por la forma. El explotador es el mismo: el capital. Individualmente, los capitalistas explotan a los campesinos por medio de la hipoteca y de la usura; la clase capitalista explota a la clase campesina por medio de los impuestos del Estado (Marx, K. y Engels, F. 1955: 200).

Para acabar con la miseria del campesinado pobre, el camino es un gobierno proletario, para dejar atrás la degradación social de la que es parte el campesino en el capitalismo, tal cual lo expresara Marx.
Para Trotsky la relación del proletariado con el campesinado no es posible en la construcción del socialismo en Rusia, sino no es a la par de la revolución en los países más importantes de Europa. Recordemos que en 1921 al implantarse la NEP de nueva cuenta las “diferencias” entre el leninismo y el trotskismo se hacían presentes, al Lenin señalar a la edificación de la economía socialista del brazo del campesinado, bajo la dirección de la clase obrera. La respuesta de Trotsky al planteamiento de Lenin no se hizo esperar, en el Prefacio a su libro de 1905, Trotsky da respuesta con lo siguiente en El programa de la paz:
[…] antes del triunfo de la revolución mundial, de que el proletariado, después de tomar el poder el Poder, se verá llevado a choques hostiles, no sólo con todos los grupos burgueses que le apoyaron en los primeros momentos de su lucha revolucionaria, sino también con las vastas masas campesinas, con ayuda de tales ha llegado del poder […] las contradicciones en la situación del gobierno obrero en un país atrasado, en la que la mayoría aplastante de la población está compuesta de campesinos, podrán ser solucionadas sólo en el plano internacional, en la palestra de la revolución mundial del proletariado.

Tenemos pues que, el Prefacio (1922) de Trotsky de su propio libro de 1905, en el desconocimiento del campesinado como sector de clase aliada del proletariado para la construcción del socialismo. Esto teniendo dos variantes para el trotskismo:
1.- El campesinado no es un sector revolucionario y;
2.- no habrá construcción del socialismo mientras la revolución no se dé a nivel mundial.
Stalin cita a Lentsner, el llamado redactor de las obras de Trotsky, asegura que Las cartas americanas de Trotsky (marzo) es adelantaron a las Cartas de lejos de Lenin (marzo). Sin embargo en tal texto no se refleja el leninismo, por el contrario dice Stalin “reflejan enteramente la consigna antiblochevique de Trotsky, sin zar, por un gobierno obrero, consigna que significa revolución sin campesinos” (Stalin, I. 1953: 351). El trotskimo omite tales cartas de Trotsky, no así el movimiento revolucionario. Tal consigna “sin zar por un gobierno obrero” no es más que saltar al campesinado como aliado fundamental del proletariado para conquistar la toma del poder.
El manoseo del trotskismo en los artículos de Lenin sacando citas de su contexto en las que escribió Lenin hace tergiversar el leninismo para intentar adaptarlas a posiciones únicas del trotskismo.  Trotsky (Ibíd., 1963) se remite a un fragmento de un escrito de 1906 “el movimiento revolucionario del campesino es de otra clase; es una lucha, no contra los fundamentos del capitalismo, sino para acabar las relaciones de servidumbre”. De este apartado de Lenin, Trotsky relata que ese planteamiento leninista se vio año con año, por ello el trotskismo considera si Lenin hubiese visto un aliado socialista en el trabajador del campo no habría insistido en el carácter burgués de la revolución, limitándola a la dictadura del proletariado y del campesinado, a tareas puramente democráticas (pp.532). El hecho de ver en el campesinado pobre el aliado fundamental para hacer la revolución socialista, la toma del poder, la instauración de la dictadura del proletariado no es como lo intenta hacer pasar el trotskismo al campesinado como un elemento pequeñoburgués incapaz de poder luchar por la construcción del socialismo. Precisamente el periodo de Stalin echó por tierra tales planteamientos anti-leninistas.
Después de octubre de 1917 el trotskismo se asumió como la superación y perfeccionamiento del leninismo. Trotsky definió al leninismo en dos tipos, antes y después del periodo revolucionario del 17. Esta tesis parte del supuesto de considerar el periodo anterior a octubre como “prehistoria”, no como historia. Tal tesis no es más que el intento de una teoría opuesta al materialismo histórico, dejar de lado la dialéctica al estudio del desarrollo del movimiento revolucionario. Dividir el leninismo en dos periodos es lo que han intentado intelectualidad desde la izquierda como de la derecha en dividir a Marx en dos periodos históricos, el “joven” y el “viejo” Marx. Tal tesis es un proceso metodológico ahistórico.    
El trotskismo es la corriente liquidacionista del movimiento revolucionario, la corriente que buscó la debilitación de la dictadura del proletariado.
El trotskismo ha emprendido todo eso ahora para desacreditar el bolchevismo, para minar sus cimientos. La tarea del Partido consiste en enterrar el trotskismo como corriente ideológica (Ibíd., 1953).

Organizaciones que se llaman de izquierda exponen el debatir sobre procesos que ocurrieron “entre dos personas” ya no es necesario retomar tal disputa, pero no es así, no se trata de una pelea de los años 30 por “dirigencia del poder en el seno del Partido”. Se trata de retomar la historia del movimiento revolucionario, seguir la dialéctica revolucionaria. La teoría de la revolución permanente se sigue intentando reproducir entre las masas trabajadoras, llevando al estancamiento el movimiento, por tanto, la lucha práctica como ideológica no es una opción es una necesidad histórica de los comunistas desenmascarar a quienes se cubren de mantos rojos, no siendo más que camaleones.   


2.4.1. El trotskismo y su teoría de la “Revolución permanente”

En este punto se tratará de develar la mera tan ruin, mañosa por parte de Trotsky de tergiversar y revisar extractos de textos de Marx, Engels y Lenin y aplicarlo a su teoría reformista.
La construcción y consolidación del socialismo en la URSS para 1929 se enfrentaba a un problema crucial en la alianza del proletariado con el campesino pobre. El Partido bolchevique bajo la dirección de Stalin tuvo  fortaleza en guiar a las masas trabajadoras en seguir desarrollando el socialismo en el naciente poder de los Soviets. Sin embargo Trotsky de nueva cuenta lanzaría su tesis formulada en 1906 y repitió en 1919 sobre las condiciones materiales de Rusia para poder aguantar los embates del capitalismo si no existía el apoyo del proletariado europeo.
Citemos a Trotsky nuevamente sobre este punto que Martens retoma:
¿Desde qué punto la política socialista de la clase obrera puede ser aplicada en las condiciones económicas de Rusia? Hay una cosa que podemos decir con certeza: chocará con obstáculos políticos mucho antes de tropezar con el retraso técnico. Sin el soporte técnico del proletariado europeo, la clase obrera rusa no podrá mantener y transformar su dominación temporal en dictadura socialista duradera. Respecto a ello, ninguna duda está permitido […] dejada a sus propios recursos, la clase obrera rusa será inevitablemente aplastada por la contrarrevolución desde el momento en el que el campesinado se aparte de ella. No tendrá otra posibilidad que ligar la suerte de su poder político y, por consecuencia, la suerte de toda la revolución rusa, a la revolución socialista en Europa. Ésta en la balanza de la lucha de clases del mundo capitalista, el enorme peso político y estatal que le habrá dado momentáneamente un conjunto de circunstancias en la revolución burguesa rusa.

Para 1919 Trotsky lo confirma y además sentencia:
No hay duda de que la clase obrera no podrá mantenerse en el poder, es cierto que será inevitablemente aplastada si la revolución socialista no triunfa en Europa (Ibíd., 2003).

Las tesis de Trotsky formuladas en 1906 y después confirmadas en 1919 se pueden resumir en los siguientes puntos de hacer de la dialéctica un elemento estático en el estudio del desarrollo de las fuerzas productivas.
1.      Trotsky siguió viendo al campesino una capa de clase no revolucionaria en la construcción de la sociedad socialista.
2.      Trotsky no vio posible que se pudiese desarrollar y consolidar el socialismo en un solo país (Rusia) por sus propias condiciones materiales de retaso que traía consigo siglos vividos bajo el letargo del zarismo respecto con las potencias que tiene Rusia como Alemania, Inglaterra siendo éstos países los que punteaban en el desarrollo del capitalismo en Europa.
3.      El descredito del trabajo de masas del Partido bolchevique por la construcción del socialismo en la ciudad y más en el campo.
4.      Las tesis trotskistas fueron echadas por la borda en el propio desarrollo de la historia, la URSS vivó sus años gloriosos en el periodo de Stalin. Siendo ese país atrasado y sí, también bajo la dirección de ese “mongol” de las montañas que la Unión Soviética frenó al fascismo alemán.
Con las tesis plateadas arriba por Trotsky fueron los cimientos para años más tarde difundir “exportar la revolución”. El proletariado ruso debe de llevar su propia iniciativa al territorio europeo. Para 1922 Trotsky vuelve a reafirmar sus tesis de 1916 y afirma es precisamente del 9 de enero a la huelga de octubre de 1905, que se formularon por el autor las concepciones sobre el carácter revolucionario de Rusia, que fueron designadas bajo el nombre de la “la revolución permanente”
[…] para asegurar la victoria, la vanguardia proletaria debería, desde los primeros días de su dominación, operar las más profundas incursiones, no sólo sobre la propiedad feudal, sino también de la burguesa. Haciéndolo entraría en una condición hostil, no sólo con todos los gobiernos de la burguesía que le hubiesen apoyado desde el inicio de su lucha revolucionaria, sino también con las grandes masas del campesinado con las que con su concurso hubiese hecho avanzar hecho avanzar en la toma del poder. En las contradicciones en la situación del gobierno obrero, en donde la mayoría  aplastante de la población está compuesta por campesinos, pueden encontrar solución únicamente sobre el plano internacional, en la arena de la revolución mundial del proletariado (Ibíd., 2003).

Para validar la llamada revolución permanente, Trotsky retoma fragmentos de los escritos de Marx y después de Lenin.
Mientras que los pequeños burgueses democráticos quieren poner fin a la revolución lo más rápidamente que se pueda, después haber obtenido, a lo sumo, las reivindicaciones arriba mencionadas, nuestros intereses y nuestras tareas consisten en hacer la revolución permanente hasta que sea descartada la dominación de las clases más o menos poseedoras, hasta que el proletariado conquiste el poder del Estado, hasta que la asociación de los proletarios se desarrolle, y no sólo en un país, sino en todos los países dominantes del mundo, en proporciones tales, que cese la competencia entre los proletarios de estos países, y hasta que por lo menos las fuerzas productivas decisivas estén en manos del proletariado (Marx, K. y Engels, F. 1955: 95).

En este fragmento del texto de Marx, el trotskismo hace ecos de seguir la teoría marxista, llevar la revolución a los países dominantes de Europa, no en un solo país. Sin embargo en el mismo texto Marx deja claro, no se está olvidando en conquistar la toma del poder en los países desarrollados de Europa por ocuparse primeramente en asegurar que las fuerzas productivas estén en manos del proletariado. Esa fue la apuesta del Partido en consolidar el socialismo en un solo país.
Tras ya cinco años de poder obrero, Trotsky no daba cabida a la construcción del socialismo en un solo país. Sólo se daría la construcción del proceso de construcción del socialismo si se daba la revolución socialista en Europa. Debido a que en países europeos el capitalismo estaba desarrollado y por ende el proletariado organizado como clase y eso daría que el proletariado hiciera hazañas prodigiosas. Hazañas que el proletariado ruso no podría llevar a cabo. Una vez más la historia pone en su justo medio el revisionismo trotskista, el nulo empleo de la dialéctica como elemento para el análisis de la historia.
El trotskismo repite que Lenin apoyó su teoría de la revolución permanente, tal cosa, la historia se encarga de desenmascarar la tergiversación de su Mesías. Lenin ya desde 1915 en un folleto titulado La consigna de los Estados de Europa el oportunismo y la bancarrota de la II Internacional, Lenin concibe así la revolución en uno sólo país:
Los Estados Unidos del mundo (y no de Europa) constituyen la forma estatal de unificación y libertad de las naciones, forma que nosotros relacionamos con el socialismo, mientras la victoria completa del comunismo no traiga la desaparición definitiva de todo Estado, incluido el Estado democrático […]

Hasta este extracto pareciera que Lenin coincide con Trotsky, pero no, sacar citas tergiversando u contenido no es dialéctico. He aquí la culminación del párrafo:
Sin embargo, como consigna independiente, la de los Estados Unidos del mundo dudosamente sería justa, en primer lugar, porque podría conducir a la falsa idea de la imposibilidad de la victoria del socialismo en un solo país y una interpretación errónea de este con los demás países.
[…] de aquí se deduce que es posible que el socialismo triunfe primero en unos cuantos países capitalistas, o incluso en un solo país capitalista. El proletariado triunfante de este país (Lenin, V.I. 1976: 331).

La tergiversación trotskista es que éstos omiten una premisa ya formulada años atrás en El imperialismo fase superior del capitalismo, el desarrollo desigual del capitalismo. Tal desarrollo desigual del capitalismo en los países capitalistas provoca guerras entre las potencias capitalistas, tales guerras debilitan al imperialismo se hace vulnerable para la cadena ser rota en uno o en otro país. Esto es posible para el triunfo del socialismo en un solo país.
Emplear citas de Marx para dar por valido tesis contraria al leninismo también es muestra de dejar de lado en análisis materialista de la historia, el analizar las particularidades de los procesos históricos, el materialismo histórico no son fórmulas eternas, sacar citas obviando su contexto en el que se escribió de ningún modo es científico.
La próxima aportación a la victoria final la harán los propios obreros alemanes cobrando conciencia de sus intereses de clase, ocupando cuanto antes una posición independiente de partido e impidiendo que las frases hipócritas de los demócratas pequeñoburgueses les aparten un solo momento de la tarea de organizar con toda independencia el partido del proletariado. Su grito de guerra ha de ser: la revolución permanente (Ibíd., 1955).

La respuesta del Mesías no se hizo esperar al artículo de Lenin. Stalin cita la respuesta de León Brounstein:
[…] es cierto el desarrollo desigual del capitalismo. El nivel capitalista de Inglaterra, de Austria, de Alemania, de Francia no es el mismo. Pero, en comparación con África y Asia, todos estos países representan la Europa capitalista, madura ya para la revolución social. Que ningún debe de aguardar a los otros en su lucha, es una idea elemental que es útil y necesario repetir, para que la idea de una acción internacional paralela no sea sustituida no sea sustituida por la idea de una inactividad internacional expectante. Sin aguardar a los demás, comenzamos y continuamos a la lucha en el terreno nacional, con la plena seguridad de que nuestra ibiativa impulsará a la lucha en otros paíeses; y si, esto no sucediese, no hay ningún fundamento para suponer –así lo atestiguan la experiencia histórica y las consideraciones teóricas- que la Rusia revolucionaria, por ejemplo, podría sostenerse frente a la Europa conservadora o que la Alemania socialista podría subsistir aislada en un mundo capitalista (Trotsky en Stalin, I. 1954: 269).

Para el trotskismo del Siglo XXI, su mesías jamás se equivocó en su tesis de su concepción de revolución, según los hechos lo confirmaron en 1929. Sin embargo, si aplicamos los propios escritos de Trotsky vemos que según él, el desarrollo de Rusia no estaban maduras las relaciones sociales de producción para poder desarrollar una revolución socialista, pero ocurrió. Entonces la fraseología es inerte a este tipo de sujetos que carentes en la práctica revolucionaria, intentan confundir a las masas trabajadoras con frases y discursos izquierdistas.
La afirmación de Trotsky de los países desarrollados de Europa, ya no pueden esperar a los demás pueblos en su lucha, pues de haber estado correcto y en la sintonía de Lenin, la insurrección de Octubre no hubiese sido desarrollada, no se hablaría de la URSS. Pero vamos, sacar citas y “renovarlas” sin tener presente el desarrollo del capitalismo cae en supuestos reformistas como lo es la “revolución permanente”.
Sacar fragmentos de los clásicos y usar el contenido a la manera en que a intereses particulares se convenga en cierta medida no requiere gran esfuerzo. Cosa contraria cuando se usa la dialéctica como instrumento en la investigación científica. Si se pone atención Marx hace referencia a los obreros alemanes, ya que en el país más desarrollado como lo era Alemania se daría la Revolución. El proletariado, el campesinado pobre, soldados en dirección de su Partido mostraron que el marxismo no es estático, sino dialéctico. Rusia un país atrasado en el desarrollo de sus fuerzas productivas pondría una variante nueva, romper la cadena imperialista por el eslabón más débil.
Trotsky no abandonó las tesis del menchevismo en concebir imposible la realización del Estado socialista en un país atrasado como Rusia pues no existían las condiciones materiales, económicas, sociales para su construcción. Sin el soporte exterior el socialismo era inviable.
Tal pareciera que los principios del Partido en desplegar la revolución a nivel mundial se está hablando de la llamada revolución permanente. Tal supuesto, es eso, supuesto que no corresponde al desarrollo histórico de la lucha de clases.
El Partido arranca del criterio de que nuestra revolución es una revolución socialista, de que la Revolución de Octubre constituye no sólo la señal, el impulso y el punto de partido para la Revolución socialista en Occidente, sino de que, al mismo tiempo, es, en primer lugar, la base para el despliegue sucesivo del movimiento revolucionario mundial y, en segundo lugar, abre período de transición del capitalismo al socialismo en la URSS (la dictadura del proletariado) (Stalin, I. 1954: 229).

No confundir como el reformismo lo sigue pretendiendo hacer en tergiversar los principios leninistas en el despliegue del movimiento revolucionario mundial con el triunfo de la Revolución de Octubre que ha marcado la pauta en la lucha emancipatoria de los pueblos contra el capitalismo. No se puede avanzar en propagar la revolución socialista en Europa si en el país de los soviets se seguía viviendo bajo el cerco de potencias imperialistas intentando quebrar el comienzo de la dictadura del proletariado.
El trotskismo arguye a que esas “diferencias” fueron cosas del pasado, diferencias que no se presentarían al “preparar y hacer la insurrección de Octubre” Lenin y Trotsky. Ante la nostalgia de empeñarse en reproducir la falsedad de que Lenin y Trotsky fueron amigos, los hechos de los años 20´s del siglo pasado evidencian otra cosa. Como lo fue en la implantación de la NEP como ya se refirió páginas atrás.
Hemos visto que la concepción leninista de la revolución socialista choca con la visión del trotskismo. Mientras que para Lenin, el proletariado, después de la toma del Poder se convierte en una fuerza aún más fuerte, una fuerza dotada de actividad, de iniciativa, organizando la economía socialista, y sigue en apoyo a los proletarios del resto de los países en su lucha contra el imperialismo. Para Trotsky, por el contrario, el proletariado, después de la toma del Poder se, convierte en una fuerza semipasiva, que requiere la ayuda inmediata del resto de las revoluciones de los países imperialistas más desarrollados. Esto debido al supuesto temor del proletariado en perder  la toma del Poder.
Pensar en conquistar Europa cuando al propio interior del CC del Partido elementos ajenos al comunismo pretendieron regresar a la rueda de la historia con sus líneas liquidacionistas.



2.5. El trotskismo se expande: las corrientes izquierdistas como derechistas

Lejos de las sentencias de los reformistas que se siguen reproduciendo como maleza en la naturaleza, como expresar de manera abierta que ya no es útil, valido el estudio del movimiento comunista internacional. Tal supuesto desde la investigación científica con el método dialéctico es un error, puesto que, el triunfo de la contrarrevolución no se dio con la Perestroika, no, el triunfo se formuló y desarrolló durante la misma construcción del socialismo en el país de los soviets.
Las líneas, corrientes adversas al marxismo-leninismo siguieron estando aun después de la expulsión de Trotsky de la URSS, siguieron todavía en vida del camarada Stalin pese a su valor en la lucha junto con el Partido en seguir preservando teórica y prácticamente el marxismo-leninismo en la construcción y consolidación del socialismo en la URSS. A esto se retoman lo siguiente de Enver Hoxha:
Descubrir y golpear (Hoxha se refiere a las corrientes reformistas) en el momento preciso es de decisiva importancia para no permitir que el microbio se multiplique y fortalezca en un cuerpo afectado por la enfermedad. Es imprescindible hacer un diagnóstico exacto para combatir y eliminar la enfermedad, para impedir que reaparezca y constituya nuevamente un peligro (Hoxha, E. 1983: 50).

Stalin pone dos características del paso de Zinoviev y Kamenev a la línea que años atrás criticaban.
a)      el cansancio, las vacilaciones, el abatimiento y el derrotismo […] de Zinoviev y Kamenev no han surgido casualmente, sino como repetición, como recaída en las vacilaciones y el abatimiento que manifestaron hace nueve años, en octubre de 1917, ante las dificultades de aquel período crucial;
b)      la unión del trotskismo con la “nueva oposición” es el reflejo de su aislamiento de las masas proletarias (Ibíd., 1954).
Zinoviev como Kamenev no es que se quitaran la careta reformista a la muerte de Lenin, lo desarrollado anteriormente se ha mostrado cómo su línea de algunos integrantes de la llamada “vieja guardia” chocaron en puntos cruciales en los momentos álgidos en la lucha de clases, en el proceso de febrero a octubre de 1917. Concebir que en Rusia zarista no se podía llevar instaurar el socialismo, la insurrección planteada por Lenin tanto Zinoviev como Kamenev se opusieron a que los bolcheviques se lanzaran a la insurrección.
Las aseveraciones que la maquinaria “stalinista” fue eliminando a la vieja guardia bolchevique, eliminar la democracia que en tiempos de Lenin tenía el Partido, el que Stalin quitó los principios leninistas por imponer la línea “stalinista”, el desarrollo propio de la lucha de clases ha echado al abismo de las traiciones en la lucha revolucionaria.
Zinoviev y Kamenev sufrieron un revés en los debates del congreso, su tendencia reformista se vio desenmascarada por completo para poco a poco ir perdiendo donde tenían influencia en la reproducción de su reformismo.
Para 1926 Zinoviev y Kamenev se aliaron con Trotsky. Estos tres hicieron una “oposición unida” con ello se produjo una batalla enconada por mantener la línea leninista ante el reformismo en su plenitud. La lucha al interior del Partido  se prolongó por año y medio a finales de 1927.
Los procesos revolucionarios que lograron tomar el cielo por asalto en octubre de 1917, tales momentos álgidos de la lucha de clases elementos que iban a contraria de línea leninista por parte de Zinoviev y Kamenev de caracterizar el proceso insurreccional de derrotismo, vacilaciones, desconfianza en el proletariado para poder lograr la toma del poder. A mitad de la década de los años 20 del siglo pasado la lucha ideológica se intensificó de nueva cuenta al interior del Partido.
El derrotismo, las vacilaciones, la desconfianza en los elementos socialistas que se iban desarrollando en la URSS no podrían vencer el capitalismo que seguía vivo por aquellos años, la desconfianza en poder edificar la construcción del sociailismo en una etapa en que el cerco capitalista al naciente país de los soviets se agudizaba, tales eran las premisas del bloque oposicionista en el PC (b) de la URSS. [5]
Pero ¿cuál es la plataforma práctica del bloque de oposición? Stalin en su texto El bloque de oposición en el PC (b) de la URSS pone tres caracterítcas de esto:
a)      cuestiones del movimiento internacional. Mientras que el Partido partía de que en el periodo de cierta estabilidad del capitalismo, los Partidos Comunistas tendrían que prepararse ante la revolución venidera, trabajando fuertemente con las masas trabajadoras para conquistar la dictadura del proletariado. El bloque de oposición parte de premisas distintas, sin fe en las fuerzas interiores de nuestra revolución y desesperado por la revolución mundial.
De tal manera que el “bloque de oposición” concebía el trotskismo y su idea de la revolución permanente, no concebir el poder construir el socialismo en un solo país. Además de negar la estabilización parcial del capitalismo pasando la mitad de la década de 1920.
b)      El proletariado y el campesinado en la URSS. El Partido parte del criterio supremo de la alianza entre el proletariado y el campesinado, en la esfera de la edificación del socialismo. El “bloque de oposición” parte de ir en contra de la premisa leninista en la cuestión campesina, ver al campesinado como un medio hostil. Un bloque empeñado en no concebir la industrialización verdadera del país.
Resulta que la visión de la oposición del campesinado es errónea en los intereses de la industrialización del país ni de la dictadura del proletariado.
c)      La lucha contra el aparato del Partido bajo la bandera de la lucha contra el burocratismo en el Partido. El partido arranca del criterio de que el aparato y las masas del Partido constituyen un todo único. El aparato partidario lo forman los mejores elementos del proletariado, a quienes se puede y se debe de criticar los errores. Por el contrario “bloque de oposición” es el enfrentamiento entre el Partido y las masas proletarias, procurar rebajar el papel dirigente del aparato del Partido.
Tales visiones del bloque oposicionista fue el intento de desarmar al Partido en su lucha contra el burocratismo del aparato estatal, por el fortalecimiento del proletariado.
d)     La lucha contra el régimen en el Partido bajo la bandera de la lucha por la democracia interna del Partido. El partido tiene que ser disciplinado y más en la dictadura del proletariado. La democracia en el Partido es necesaria, no para debilitar ni destruir. El bloque de posición parte, por el contrario confunde la libertad de fracciones en el Partido con la democracia interna del Partido, utilizar el género de democracia para destruir la disciplina del Partido y minar su unidad.  
El partido ha de ser con disciplina de hierro en defender los principios del leninismo, no es dogmatismo como pretender hacer el reformismo en contra del marxismo-leninismo. La lucha ha de seguir siendo en contra de las visiones tanto izquierdistas como derechistas que confunden fraccionar el movimiento revolucionario con la disciplina revolucionaria.
Después de que Zinoviev y Kamenev caracterizaran a su lucha como de izquierda, tocaba el punto de que dirigieran su izquierdismo contra la línea derechista de Bujarin.
El desarrollo de las fuerzas productivas a finales de los años 20´s, la industrialización del país se tenía que agudizar por los años venideros que pondrían a prueba el valor de los soviéticos defendiendo la patria de los trabajadores. La incomprensión de ciertos bolcheviques al interior del Partido en no concebir la industrialización del país en mayor velocidad no comprendieron lo que significaría el retroceso en tal proceso. La revolución no es acto bondadoso, no es de caridades, es de luchar día a día contra las fuerzas enemigas externas como internas de querer ver fin al proceso de construcción de una sociedad sin la explotación del hombre por el hombre. Pero para llegar a esto último precisamente, la batalla se cruel, frontal, ello llevó a Bujarin en ver la industrialización del país como negativo en la relación con los campesinos.

Para 1929 Bujarin, Rikov y Tomsky quedaron en minoría en el Buró Político, fue el fin de la línea derechista que quería tomar el cielo por asalto al Partido bolchevique. Fue el tiempo en que el Partido saliera glorioso de alimañas que querían ver destruido al país de los soviets y regresar a la rueda de la historia, restaurar el capitalismo…..

HASTA AQUÍ SUSPENDO (temporalmente) LA REDACCIÓN DEL CAPÍTULO II, DEL TRABAJO QUE HAGO DE STALIN Y EL PC B DE LA URSS.......
Lo marcado con rojo son puntos que me faltan desarrollar, no está termnado el trabajo, pero debido a la carga de trabaja me veo en la necesidad de suspender la investigación.  









[1] Cuando Trotsky estuvo en Francia después de haber salido de Suiza, escribe Deutscher […] Trotsky deseaba unirse con Mártov, que publicaba entonces, con un espíritu absoluta oposición a la guerra, un periódico ruso en París: Golos (La voz). Trotsky había visto a Mártov por última vez a mediados de julio en Bruselas, adonde habían ido juntos a tratar de obtener del Ejecutivo de la Internacional un veredicto contra las actividades dramáticas de Lenin; y en unión con Plejánov habían escrito un manifiesto a los socialistas rusos (Deutscher, I. 1966: 204).
[2] Punto sobre la Revolución en un solo país contra la visión de la llamada “revolución permanente”.
[3] En este texto Lenin ya usa la categoría marxistas-pravdistas, para caracterizar al grupo que el propio Lenin encabezaba en contra de grupo de los trotskistas y demás fracciones al interior del POSDR. Ello es la premisa de que Stalin en Fundamentos del leninismo caracterizara la continuación del marxismo como marxismo-leninismo.  p 83.
[4] Este grupo fue denominado como antipartido, después se unirían con los mencheviques y con los trotskistas después de la Conferencia de Praga de 1912. Véase Lenin L.V.I (2007) Acerca de una violación de la unidad con que se encubre con gritos de unidad. En Tomo V, Obras escogidas en XII Tomos, Moscú, Progreso, p. 78.
[5] Stalin caracterizaría al bloque oposicionista como el reflejo de derrotismo en el Partido.

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