RESPUESTA A RAFAEL NARBONA,
SOBRE STALIN Y COREA DEL NORTE
Por: Jonathan Stalin
El crítico literato español, Rafael Narbona
inicia su artículo que en España se vive “después de cuatro años de recortes
sociales y represión policial, la sociedad española hierve de rabia e
indignación. La ira es legítima, pero la violencia no constituye una solución
en la Europa del siglo XXI.” Reconoce las contradicciones materiales en las que
se vive en una sociedad bajo el modo de producción capitalista, reconoce la ira
como legítima por parte de las masas trabajadoras, sin embargo, así como
reconoce la ira al término de su ración la niega con la negación de la negación
de la violencia como partera de la historia.
Considerar a la violencia como fracaso
para la moral y la convivencia, no sólo viene de los sectores pintados con
frases progresistas, sino que se hunde en las raíces del idealismo religioso. Para
dar crédito que es posible humanizar al capitalismo o salir de éste sin uso de
la violencia, Narbona remite al proceso bolivariano, como un proceso que se
vierte en el camino del pacifismo, para ponerle el pecho de frente al
imperialismo, ¿pero acaso el literato de “izquierda” ve la realidad a través de
escritura? Olvidar es una palabra tan prostituida, corroída, intentar hacer
pasar como enterradas las luchas de los pueblo por su emancipación de su
opresor. ¿Acaso Narbona ha olvidado el Golpe al Palacio de la Moneda por
Pinochet contra Allende y el pueblo chileno? Allende cayó en el error de dejar
a la izquierda sin el uso de la violencia a través de la dictadura del
proletariado y como consecuencia fueron años de dictadura militar, miles de
presos, desaparecidos de aquellos que le hicieron frente a la barbarie de tales
dictaduras en lucha por el socialismo.
Negando la violencia revolucionaria de
los pueblos contra la explotación y opresión, Narbona dice de Stalin y Corea
del Norte “no pueden ser el referente de una izquierda que aspira a una
humanidad liberada de toda explotación y opresión, pues en ambos casos se ha
pisoteado la libertad y se han violado gravemente los derechos humanos, perpetrando
un auténtico genocidio”. Desde el materialismo histórico negamos la violencia
por la violencia, pero reivindicamos la violencia revolucionaria como partera
de la historia de los pueblos por su liberación. Es verdad, en el socialismo se
vive y se debe de consolidar la una dictadura, pero la del proletariado, es
decir se usó la violencia contra los restos del zarismo, contra los kulaks,
contra la burguesía.
Narbona no se sale del script de la intelectualidad
burguesa o de la supuesta izquierda de café y galletas en seguir equiparando a
Stalin con Hitler, ambos como la encarnación del mal. Confundiendo el análisis
histórico, sociológico, económico de no dilucidar al fascismo como una etapa
descarada del propio capitalismo, mientras que el socialismo es la antítesis
del capitalismo y por tanto del fascismo.
Uno se preguntará ¿este literato de “izquierda”
por qué se dice de izquierda y descalifica a la URSS al igual que a Corea del
Norte? La respuesta el mismo la expresa y se remite a la Escuela de Frankfurt. Bueno
y ésta Escuela qué es, los frankfurtianos son más de la fauna académica que se regocijan
en la comodidad de sus cubículos criticando y revisando a Marx. Expresando el materialismo
de Marx se ha superado o según Habermas han “reconstruido” el materialismo
histórico.
Una de sus principales tareas y puntos a
decisión desde su inicio de la Escuela de Frankfurt fue:
La revisión minuciosa de los
fundamentos mismos de la teoría marxista, con el doble propósito de explicar
los errores pasados y preparse para la acción futura. Así comenzó un proceso
que inevitablemente condujo a las regiones más pobremente iluminadas del pasado
filosófico de Marx (Jay, M. 1978: 25).
Dando como resultado el REVISAR los
principios marxistas, para dar pie a una teoría desde la izquierda
institucional “nueva” interpretación de la sociedad. Una revisión que va desde
aislar a Hegel como fuente del marxismo por Kant. La violencia revolucionaria
por la “acción comunicativa”, el sujeto revolucionario, el proletariado por
quién sabe quién ha de ser el sujeto o sujetos para transformar el orden de cosas
existentes. Esto último lo siguen discutiendo. Pero tal revisionismo descarado,
para Narbona la Teoría Crítica “es actitud no es una forma de revisionismo,
sino un compromiso permanente con la verdad”.
El propio Martin Jay (1989) evidencia a
su propia corriente como críticos de café y galletas, cuando el intelectual
radical se identifica estrechamente con las fuerzas del cambio en un esfuerzo
por dejar atrás su torre de marfil, corre el riesgo de no lograr ninguna de
estas imperfecciones. Entre los extremos de la solidaridad acrítica y la
independencia tenaz, debe de hallar un camino intermedio o fracasar. No siendo
otra cosa que estos izquierdos de café, critican a la derecha y también al
comunista, no se meten en problemas y se quedan en la fauna del agnosticismo.
Ya vemos pues del por qué su
reconociiento en Gorbachov de “investigar genocidios” en el período de Stalin. De
igual manera que criminaliza la no spuesta denuncia de la izquierda a la
barbarie de STALIN, Narbona hace lo mismo con el pueblo que resiste estoicamente
al imperialismo más bestial y rapaz USA (aún porque le viene la UE) la
República Democrática Popular de Corea del Norte.
Narbona para seguir denunciando al
comunismo como fascismo, cita a Martens en las situaciones más difíciles, sólo
una actitud firme e inflexible hacia el enemigo de clase permite resolver los
problemas fundamentales de las masas trabajadoras. La actitud conciliadora,
oportunista, derrotista y capituladora conduce necesariamente a la catástrofe y
a la revancha sanguinaria de las fuerzas reaccionarias”. De esta cita, Narbona se
siente “horrorizado”. Y cómo no estarlo, si sus letras son fieles palabras
serviles al capital escritas con tinta naranja queriéndolas hacer pasar como de
color rojo.
Es cierto Rafael, los comunistas no
somos tolerantes, no, tampoco olvidamos, tampoco perdonamos a nuestros
explotadores, para eso está Dios y/o cualquier otro ser sacado de la
imaginación del sujeto que ha abandonado el racionalismo y dejó que lo
carcomiese la metafísica.
A los comunistas nos tachas de
insensibles, violentos, radicales, que buscan la guerra por la guerra, sujetos hambrientos
de sangre, no es así, pero tu origen de clase es acorde a tus pensamientos, por
ello de tu complicidad, por ello de tus equiparaciones del fascismo con el
comunismo. Nosotros, los comunistas no predicamos el amor al prójimo, nosotros
somos coherentes en teórica como prácticamente, es cierto en nosotros corre el
odio, pero el odio de clase contra nuestros explotadores y sus vástagos, los
comunistas buscamos la guerra para conseguir la paz del mañana, parafraseando
al Comandante Che Guevara. Terminando con la frase del enemigo a muerte de la
burguesía y de supuestas izquierdas, Stalin ”la revolución no se hace con
guantes de seda”.
Toluca, México a 21 de
mayo de 2014
Práctica Proletaria.
Referencias bibliográficas.
Jay, M. (1978). La imaginación dialéctica. Historia
de la Escuela de Frankfurt y el Instituto de Investigación social (1923-1950). España,
Editorial Taurus.
Narbona, R. (2014). STALIN Y COREA DEL NORTE: LOS
FALSOS PARAÍSOS DE LA IZQUIERDA FUNDAMENTALISTA, Recuperado de http://rafaelnarbona.es/?p=7819
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